A sus 31 años, Erick Giovanni Soria es encargado de producción y venta de piso en la panadería y pastelería La Aragón, y aseguró que lejos de perderse la tradición de la Rosca de Reyes, permanece y crece entre los mexicanos.

Ubicada en la Cuarta y Quinta Sección de San Juan de Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero, el establecimiento respalda su éxito en las manos del maestro que las elabora. “Aún con los mejores productos e ingredientes, si el maestro es malo, la rosca no sabe”.

Mencionó, durante una entrevista con Notimex, que el maestro Eduardo es quien pone su arte y experiencia en la elaboración de las roscas. “Él está a cargo de la producción, al frente de su equipo de trabajadores, quienes emplean insumos de primera calidad”, anotó.

Mantequilla, leche y huevo son los ingredientes básicos, así como frutilla, ate y cerezas que coronan la pieza gastronómica. “Hemos introducido más variedad: rellena de crema de chocolate Turín, crema fina, crema pastelera y de queso philadelphia con zarzamora.

La Aragón tiene más de 44 años de tradición en la elaboración de este producto de pan, y los vecinos de la zona, lo mismo que consumidores de otras alcaldías de la Ciudad de México, acuden puntualmente a la cita anual para adquirir alguna variedad de sus roscas.

De acuerdo con el entrevistado, La Aragón produce y vende alrededor de tres mil roscas en esta temporada, sin embargo, refirió que “si hacemos roscas desde diciembre, la gente la comienza a comprar; en realidad, las hacemos del 3 al 6 de enero”, añadió enseguida.

En estos días, La Aragón, clásica y reconocida panadería en ese sector de la capital, no descansa y prácticamente no elabora otro tipo de pan. “Nuestros consumidores vienen porque ofrecemos sabores agradables a todo tipo de paladar y precios competitivos”.

Subrayó que con más de cuatro décadas, ese establecimiento cuenta con clientes que en su mayoría son personas de edad avanzada, y ahora, sus hijos e incluso sus nietos son también clientes cotidianos “porque el sabor y la calidad que nos reconocen se hereda”.

Todo el año personas de la tercera edad acuden por su pan, bolillos, panqués, orejas, conchas, bísquets y otros panes que se elaboran en La Aragón, ubicada en Avenida 606 esquina con Avenida 631. “Es gente arriba de los 60 años y es nuestro principal público”, concluyó Erick.

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