El popular psicólogo español Rafael Santandreu invita en su último libro “Sin miedo” a controlar ese sentimiento ante las adversidades, dijo en una entrevista con EFE.

Santandreu subrayó que las emociones negativas pueden emplearse para un bien, al ser preguntado si es posible controlar el miedo ante situaciones lamentablemente comunes en México, como la desaparición forzada, la migración y los efectos del crimen organizado.

“En cualquier circunstancia vemos muchísimos ejemplos de personas que, teniendo emociones negativas que son avasalladoras, las emplean no solo para mejorar su situación, también la de quienes les rodean”, expuso en su visita a la capital mexicana para promocionar su libro.

Aunque puntualizó que los sentimientos negativos son importantes y que es sanador “experimentar el duelo de las personas queridas”, señaló que se convierten en un problema cuando “bloquean totalmente y no permiten avanzar”.

Y aunque aseguró que el miedo “es una herramienta maravillosa porque nos protege”, lamentó que en ocasiones no permite el desarrollo de las personas o el disfrute de la vida.

“Por lo tanto, en México y en cualquier otro país, miedo sí, miedo irracional y exagerado no”, sentenció.

No obstante, admitió, un mundo sin miedo sería “imposible e inadecuado”, pues tendría consecuencias para nuestra supervivencia como especie.

“¿Pero qué tal sería un mundo con el miedo minimizado, muy racional? Sería muchísimo mejor, pasaríamos a vivir una vida más gratificante, habría más espacio para el disfrute, la creatividad, amar más a los demás. Las personas que superan el miedo y que aprenden a minimizarlo gozan mucho más de la vida”, valoró.

Su más reciente obra, editada por Grijalbo, se presenta como “el método comprobado para superar la ansiedad, las obsesiones, la hipocondría y cualquier temor irracional”.

En ella, aborda la terapia conductual o de exposición, consistente en encarar situaciones como los ataques de pánico o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), a través de testimonios de 20 pacientes.

¿SUSTITUYE A LA TERAPIA?

El psicólogo, nacido en Barcelona, subrayó que a través de este método, más de la mitad de los pacientes consiguen superar los ataques de pánico, la ansiedad o el TOC sin ayuda de un profesional de la psicología o la psiquiatría.

“Muchísimas personas han superado esos trastornos llevando a cabo una autoterapia ellos mismos. Aunque por supuesto que con un terapeuta va a ser más fácil y más seguro”, reconoció.

En total, prosiguió, el porcentaje de pacientes que consiguen superar sus problemas psicológicos con el método que propone el libro asciende hasta el 80 %.

Este tipo de autoterapia, puntualizó, no ofrece soluciones fáciles a problemas complejos, pero está avalada por 2.000 estudios científicos.

“Fácil no es porque la superación de este mundo agudo requiere, como dice su nombre, terapia de exposición, exponerse voluntariamente a la sintomatología que tanto asusta a la persona”, incidió el autor de libros como “El arte de no amargarse la vida”, “Ser feliz en Alaska” o “Nada es tan terrible”.

No obstante, de conseguirlo, aseguró que consigue erradicar el problema de raíz, lo que supone que la posibilidad de tener recaídas son escasas.

¿Y qué debe hacer el 20 % que no logra superar sus miedos? “Existen más medidas que podemos tomar. Por ejemplo, los psicofármacos lo que hacen muchas veces es ayudarnos para reducir la sintomatología y tener más oportunidades de tener éxito”, ahondó.

UNA PANDEMIA PSICOLÓGICA

El psicólogo aseguró que entre el 10 % y el 20 % de la población mundial sufre de alguno de estos problemas psicológicos, lo que abre la puerta a que la próxima pandemia mundial tenga un cariz psicológico.

“Ya estamos viviendo una pandemia de enfermedad emocional. En los últimos 20 años, que recogemos la incidencia de depresión y ansiedad en todos los países de Occidente, ya se veía un incremento de año a año muy claro”, explicó.

La pandemia del coronavirus, indicó, ha tenido una fuerte repercusión en “la mala salud emocional”, especialmente en sectores jóvenes, “que se quejan de experimentar una ansiedad desmesurada”.

Sin embargo, destacó que, de igual modo que en los años setenta se empezó a tomar consciencia de la importancia de cuidar la salud del cuerpo, ahora está sucediendo lo mismo con la salud mental.

“Estamos cobrando conciencia de que nuestra salud mental, o nuestra fortaleza mental, también puede depender de nosotros y que podemos entrenarnos para hacernos más fuertes a nivel emocional, y eso pasará por cambiar la forma de pensar, el sistema de valores, el diálogo interno. Es algo que ya ha empezado y creo que vamos a ir en ese sentido cada vez más”, vaticinó. 

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