El escultor canadiense Christian Corbet utilizó un modelo en 3D del cráneo de Tutankamón para hacer la reconstrucción “más realista” del rostro del faraón egipcio que gobernó entre el 1332 a. C. hasta su muerte en 1323 a. C.
“Trabajamos a partir del modelo 3D del cráneo y luego agregamos las capas de músculo”, detalló Andrew Nelson, de la Western University de Canadá, quien estuvo a cargo del escaneo.
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Durante el proceso también fueron utilizados marcadores de tejido para indicar la profundidad de la carne en diferentes zonas, para lo cual los autores tuvieron en cuenta las características de los egipcios actuales.
“La anatomía de su cráneo guio la reconstrucción facial, así que creo que es una apariencia mucho más realista que cualquiera de las que hemos visto en el pasado”, agregó.
Por su parte, Corbet explicó que el siguiente paso fue construir “los músculos capa por capa hasta que se completó la reconstrucción forense”. Además, aseguró que durante la creación de la obra no se tomó ninguna “licencia creativa”.
Aunque la reconstrucción forense tiene los ojos cerrados, no incluye orejas ni expresiones. Cuando la obra estuvo completa, Corbet sí tuvo que ser “más creativo” para “abrir los ojos” y darle “direcciones”. “Tal vez agregué un poco de giro hacia arriba de los labios, pero, de nuevo, no hubo una fabricación de características, incluso las orejas fueron cuidadosamente pensadas”, comentó.
Por último, a la recreación le agregaron un ‘jepresh’, como se denomina a las coronas de guerra egipcias. “Eso fue creativo, pero también se hizo referencia a las esculturas de la época de Tutankamón representado con la corona”, concluyó el artista.