El registro fotográfico poco conocido del mural portátil Retrato de América que Diego Rivera pintó en 1933 para el New Workers School de Nueva York, en Estados Unidos, se exhibe por primera vez y se pondrá a la venta en Ciudad de México.

Se trata de 32 fotografías procedentes de Peter A. Juley & Son, uno de los más importantes estudios que cuyos servicios eran solicitados por artistas, museos, galerías, vendedores de arte y coleccionistas privados.

Las imágenes, en diferentes formatos, con impresiones vintage, muestran en su conjunto cómo era esa obra monumental conformada por 21 paneles pintados por Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez (Guanajuato 1886- Ciudad de México, 1957)

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La gran relevancia de este acervo es que pueden ser los únicos registros que se tengan del mural comunista Retrato de América, una obra que concibió Diego Rivera cuando vivía en New York para la escuela del Partido Comunista de Estados Unidos, creado en 1923, indica Marcela Mena, especialista en fotografía de Morton Subastas.

La historia del Retrato de América es muy singular, debido a que lo realizó Rivera en la New Workers School, con el dinero que le había pagado Nelson Rockefeller por el mural El Hombre en la Encrucijada, que el empresario censuró, lo mandó cubrir y luego destruir en el Rockefeller Center, una vez finiquitado el contrato con el artista mexicano. La razón es que Rivera desafió al magnate al incluir en su mural el rostro del líder de la Revolución rusa, Vladimir Ilich Lenin, pues representaba una afrenta al capitalismo.

Con el dinero que recibió del magnate, el muralista mexicano decidió hacer una obra en la sede de partido comunista —sin ninguna limitación—; Rivera rescató algunas escenas del mural original del Rockefeller Center y pintó temas como la esclavitud, la lucha de clases, el desarrollo del capitalismo y el racismo en Estados Unidos, con la presencia de los rostros de Lenin, Carlos Marx, Federico Engels y León Trotsky. También con su pincel pintó a Hiltler, al Papa y a Mussolini.

No obstante, Retrato de América sería también censurado y se evitaría su exhibición. Del total de los 21 paneles de Rivera, solo quedan 12, el resto se perdió en un incendio en 1969.

Quien desee comprar este acervo fotográfico documental se llevará una sorpresa, ya que algunas de las imágenes presentan anotaciones al reverso, como el título del panel, las medidas y escalas, pero lo que destaca es el sello de Frida Kahlo y Peter A. Juley & Son: “Incluso hasta tienen manchas de pintura de cuando estaban haciendo el registro: tenemos la sospecha de que una de las fotografías fue realizada por Walker Evans, uno de los fotógrafos norteamericanos más importantes de esa época, quien también documentó Retrato de América”.

Las fotografías que conforman el lote 189, son parte de la próxima Subasta de Fotografía y Obra Gráfica, que contempla además una sección con obras de Rufino Tamayo y de David Alfaro Siqueiros.

Sofía Duarte, gerente del departamento de arte moderno de Morton, indicó que será una de las subastas más importantes que han tenido: “Estas fotografías son piezas únicas, realmente son una maravilla y un privilegio poderlas tener juntas en esta subasta”.

La colección de las 32 fotografías tendrá un precio de salida de 550 mil a 750 mil pesos, subasta que se llevará a cabo el próximo jueves 19 de marzo a las 18 horas en Morton Subastas. 

El destino de una gran creación

Los paneles perdidos del mural de Diego Rivera resultaron ser los de las orillas, aunque se desconoce a ciencia cierta cuáles fueron porque no hay muchos registros sobre ellos. Lo que sí se sabe es que de los que se salvaron, aparentemente cinco de ellos están en México y pertenecieron a la colección del ex presidente Luis Echeverría.

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