La franquicia de terror “Saw” brinda un toque nunca explorado en sus tramas con el “viaje más personal” del despiadado asesino John Kramer por la Ciudad de México, en este décimo filme que llega hoy a salas internacionales.

Situada entre la primera y la tercera cinta, “Saw X” sigue los esperanzados intentos de Kramer, interpretado por Tobin Bell, de encontrar una cura al cáncer que padece.

La infalibilidad del asesino conocido como “Jigsaw” será burlada por un grupo de doctores que prometen salvarlo de su enfermedad, pero tras descubrir que fue timado, un nuevo juego de terror comenzará junto a su aliada Amanda Young, a quien da vida Shawnee Smith.

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El director Kevin Greutert ha liderado siete filmes de la franquicia, que comenzó su rumbo en 2004. Después de haber llevado a la tortura a varias decenas de personajes, confiesa en una entrevista con EFE que cada vez es “más difícil” la creación de nuevas trampas sangrientas: “A este punto ya lo hemos hecho todo”, afirma.

El diseñador de producción Anthony Stabley apunta que la novedad en las pruebas de vida o muerte por las que tienen que atravesar las víctimas de Kramer en esta ocasión radica en que tocan puntos sensibles que antes no habían explorado.

“El viaje emocional por el que atraviesa John Kramer le da mucho más carácter a la las trampas porque de alguna forma están involucradas con el personaje (…). Además las actuaciones de los actores mexicanos las mejoraron”, explica a EFE.

Otro punto que refresca la historia es el contexto en el que se desarrolla, pues por primera vez en su historia aspectos culturales de un país se cuelan en la trama.

“Originalmente el guion estaba situado en Europa del Este, íbamos a grabar en Bulgaria pero después alguien sugirió que lo hiciéramos en México y tan rápido lo propusieron supe que era la mejor opción para este filme”, cuenta Greutert.

El equipo de producción pasó más de seis meses en México para la creación de esta pieza que tiene entre sus protagonistas a actores mexicanos como Renata Vaca, Joshua Okamoto, Paulette Hernández u Octavio Hinojosa.

Stabley, uno de los más entusiasmados de llevar el proyecto a la Ciudad de México, buscó mostrar todo lo que le atraía de la ciudad, como sus bares “underground”, la arquitectura moderna, las haciendas y la arquitectura colonial, así como la cultura azteca.

 Todo eso se mezcla con el universo de Saw y la estética de las primeras películas: “Queríamos ser respetuosos con los fans y darles ese aspecto”, dice Stabley.

Los productores de la cinta, Mark Burg y Oren Koules, también buscaban complacer a sus seguidores de Latinoamérica, que han sido fieles a través de los años, y por otro lado, son conscientes de que México es el primer país del mundo con mayor consumo de filmes de terror.

Pero “Saw” tiene fieles seguidores alrededor del mundo y una de las razones por las que creen que esto ha sido posible ha sido por “la hermandad” que se mantiene detrás de las cámaras.

“Seguimos siendo las mismas seis personas que empezamos junto a Kevin. Creemos que esa es una de las razones por las que a la gente le gusta”, comenta Koules a EFE.

También consideran que el sentimiento de “justicia” que generan las violentas historias que se abordan en cada una de las películas ha enganchado al público de una forma especial.

“A la gente le gusta la idea de justicia, Kramer solo va detrás de las personas que no son buenas y que han lastimado a otras personas y que han hecho algo mal”, asevera Burg.

Los productores esperan que el filme sea exitoso en taquilla para poder plantearse la continuación de la franquicia. Por su parte, Greutert confiesa que sigue interesado en dirigir más películas de Saw: “Estos filmes formaron mi carrera y me siento muy orgulloso de ser parte de ellos”, finaliza.

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