La Ópera Metropolitana afirmó en 2018 que encontró evidencia creíble de que el director James Levine, ahora de 77 años de edad, se involucró en una conducta sexualmente abusiva o de acoso con alrededor de nueve personas durante su permanencia en la compañía, en un periodo de casi 30 años. En la imagen, una presentación con la Orquesta Sinfónica de Boston en 2006. Foto Ap

La Ópera Metropolitana de Nueva York (Met Opera) está al borde de la quiebra tras indemnizar a su ex director James Levine, despedido en 2018 tras acusaciones de acoso sexual, con 3.5 millones de dólares, informó este martes en su primera plana el diario The New York Times.

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La situación se suma a la crisis que vive la prestigiosa compañía debido a la pandemia causada por el Covid-19, pues para evitar contagios cerró sus puertas en abril, lo cual dejó sin pago a muchos empleados, incluidos los integrantes de la orquesta y el coro.

El arreglo legal multimillonario con Lavine, quien fue acusado por conducta sexualmente abusiva y acosadora hacia artistas vulnerables en las primeras etapas de sus carreras, se acordó en el verano de 2019, cuando ya era precaria la situación financiera de la Met Opera.

El diario neoyorquino explica que Peter Gelb, gerente general de la agrupación, convocó al comité ejecutivo del consejo de la compañía para anunciar el fin de una de las peleas de más alto perfil y sucias de su historia de casi 140 años.

La amarga lucha en las cortes concluyó entre la compañía y Levine, quien dio forma a la identidad artística de la Met durante más de cuatro décadas, antes de que su carrera se viera envuelta en señalamientos de mala conducta sexual.

Gelb dijo al comité que la resolución era ventajosa para la Met. Sin embargo, el arreglo, cuyos términos no se habían dado a conocer hasta ahora, obligó a la compañía y a su aseguradora a pagar al director 3.5 millones de dólares, según personas enteradas del asunto.

La investigación interna de hace dos años reveló que se tuvo evidencia creíble contra Levine, quien en vez de proceder de modo silencioso (por ejemplo, nunca ha discutido públicamente su sexualidad) demandó a la compañía por violación de contrato y difamación; pedía 5.8 millones de dólares. La Met lo contrademandó y reveló detalles sensacionalistas de sus investigaciones, además de sostener que la mala conducta de Levine había violado sus obligaciones.

Los casos de acoso habrían ocurrido entre 1970 y 1999. En la demanda no se nombró a las víctimas del presunto abuso (alrededor de nueve), pero se describió el caso de un músico –de sólo 16 años cuando comenzó el alegado abuso en 1986– presuntamente presionado por Levine para participar en sesiones de masturbación mutua, y a quien le habría pagado 50 mil dólares a lo largo de varios años, reportó en 2018 la agencia Afp.

En otro caso, añade esa información, la demanda indica que mientras Levine trasladaba a un cantante a casa desde una audición, cerró las puertas del auto y comenzó a agarrarlo y besarlo en contra de su voluntad. Luego colocó al intérprete en un prestigioso programa de la Met.

La compañía dijo que no halló evidencias de un encubrimiento de este comportamiento de parte de su administración o su directorio, y que acusaciones en ese sentido no tienen ningún fundamento.

Acuerdo de confidencialidad

The New York Times narra que al año, y después de millones de dólares invertidos en honorarios legales de ambos lados, la compañía accedió a pagarle a Levine, aunque menos de lo que quería. Los términos de la conciliación no se han dado a conocer debido a un acuerdo de confidencialidad.

El monto del pago a Levine pone en duda la fortaleza del caso por parte de la compañía si éste hubiera llegado a los tribunales, considera el diario, pues el contrato del director, enmendado a lo largo de los años, aunque basado esencialmente en acuerdos de hace décadas, carecía de una cláusula moral, un aspecto cada vez más común en el mundo del entretenimiento, que prohíbe el comportamiento con potencial de avergonzar al empleador.

Levine pedía 3.4 millones por violación de contrato, pues la Met dejó de pagarle su sueldo anual de 400 mil dólares como director musical emérito, al año y medio de que había firmado un acuerdo por una década. Además, buscó una compensación de más de 1.6 millones de dólares por los conciertos restantes a conducir durante la temporada en que fue despedido y la siguiente, y 707 mil 500 dólares extras por difamación. Argumentó que las declaraciones de la empresa acerca de su persona llevaron a otras orquestas a despedirlo también, a la vez que perdió el proyecto de un libro. Además, solicitaba otras cantidades, no especificadas, por difamación, dolor, sufrimiento y honorarios legales.

Antes de las investigaciones y el despido, “parecía que Gelb había logrado encaminar al venerado, aunque enfermo maestro, ahora de 77 años, hacia un final de carrera digno en la que sería sucedido por el joven y dinámico Yannick Nézet-Séguin.

Debido a su mala salud, Levine canceló repetidamente sus actuaciones, perdió dos temporadas completas y había accedido a ser director musical emérito en 2016. Conduciría sus óperas más conocidas, así como una celebración de gala del 50 aniversario de su debut en la Met en 1971, detalla el diario neoyorquino.

El periódico revela que desde que se llegó al arreglo, Levine ha vivido en California, además de que ha emprendido los primeros pasos para revivir su carrera: proyecta su retorno al podio en Italia, país que se ha mostrado hospitalario con estrellas musicales acusadas de mala conducta sexual, y está programado para reaparecer en enero en Florencia, con el fin de dirigir la ópera La condenación de Fausto, de Berlioz.

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