Como una manera de reconstruir y desmitificar la imagen de la “mujer loca” o la “Malinche de los intelectuales” que envuelve a la escritora mexicana Elena Garro, el periodista Rafael Cabrera devela en su libro “Debo olvidar que existí” esos lugares comunes sobre la también exesposa de Octavio Paz.

El autor cuenta en entrevista con EFE que el trabajo que le tomó más de dos décadas nació tras percatarse, como un fanático de la autora, que no existía documentación sobre ella ni sobre su excelsa obra.

“Siempre había mención sobre su participación polémica en el (movimiento estudiantil del) 68 y la traición hacia los intelectuales, pero no había nada que en realidad yo leyera, artículos, libros o algo que me explicara lo que había pasado”, afirma.

Cabrera comenta que desde muy joven, en su época universitaria, conoció la obra de Garro, pero al detectar esta carencia indagó sobre la vida de la autora de “Andamos huyendo Lola” y “La culpa es de los tlaxcaltecas”.

“Empecé a investigar un poco para satisfacer, primero, mi curiosidad personal, absolutamente, pero eventualmente yo estudiaba la carrera periodismo y se fue convirtiendo en mi materia de estudio, por así decirlo”, expresa.

Esta investigación se convirtió en su tema de tesis de licenciatura, aunque después, en 2017, se convirtió en un libro, que este año tuvo una reedición de la editorial Penguin Random House.

NADAR CONTRA LA CORRIENTE

El libro, que, en su mayoría está enfocado en cómo el movimiento estudiantil de 1968, significó un parteaguas en la vida de Garro, muestra cómo la escritora pasó prácticamente toda su vida corriendo, escondida y perseguida.

Es por ello que Cabrera planteó esta novela como un “thriller”, en el que había espías, mujeres huyendo, muerte y una persecución que nunca termina.

“Ella (Elena) siempre está corriendo. Está llena de miedo. Entonces a mí me resultó natural un poco decir: esto va en tono de ‘thriller’ y empieza corriendo y termina corriendo, un poco como sus propios libros”, afirma.

Sin embargo, Cabrera reconoce que no solo quería retratar esa parte oscura o complicada de Elena, sino también mostrar los múltiples matices y aspectos de su vida.

“Para mí, sí era importante ir poniendo cosas de su pasado para tratar de entenderla globalmente, o sea, su relación con la danza, el teatro, la literatura, su hija y Octavio Paz, que aparece ahí como un personaje secundario”, dice.

En ese sentido asegura que decidió no darle protagonismo a Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, “porque no es la historia de él, está ahí, cumple con su función, pero la historia es de Elena y su hija”.

Además, aseguró que en el desarrollo de sus obras Garro logró una “catarsis artística”, pues en cada uno de sus textos dejó pistas o datos de cómo se sentía y cuál era su situación de vida.

En esta reedición, el autor incluyó documentos que encontró en otros archivos, como cuando Elena estuvo en el Hotel Casablanca, donde se refugió de los ataques y persecución del 68; algunas cartas y peticiones a gente que conocía en Estados Unidos, y detalles de los documentos de ella con el escrtor mexicano Juan de la Cabada.

Aunque, por el momento, Cabrera no planea escribir algo más sobre Garro en un corto plazo, reconoce que siente curiosidad por los archivos de los personajes que rodearon su vida, en especial de Paz, su exesposo, y Adolfo Bioy Casares, el amor secreto de Elena.

“Nunca hemos visto una carta de amor escrita por Elena Garro, ni a Octavio Paz ni a Adolfo Bioy Casares. Entonces también es interesante cómo quizá tenemos la oportunidad de reconstruir ese personaje y de verla a ella como autora (de cartas de amor) y no solo como musa. Creo que eso va a ser interesante”, concluye.

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