La escritora mexicana Catalina Guzmán Bremer, apasionada por el misterio y lo sobrenatural, ha convertido el Pirineo navarro en el escenario de un thriller psicológico que rescata, 500 años después, la historia de los procesos de caza de brujas que guarda el Valle del Salazar.
‘Bajo la sombra’ es la primera toma de la Trilogía Vestigios, en la que Eva, protagonista de una novela situada en 1978, es madre soltera y regresa al hogar familiar tras la muerte de su abuela.
Acompañada por su hijo, la protagonista enfrenta los secretos de sus antepasados y, a medida que explora el pueblo navarro, su historia se entremezcla con la de quienes habitaron la misma casa en épocas distintas.
“Primero lo imaginé, y al llegar a Navarra me di cuenta de que lo que había escrito era real. El único lugar que encontré que reunía todas estas características que yo había imaginado era el Pirineo navarro”, ha contado Guzmán Bremer, quien tenía un texto escrito que ella había imaginado y que, en 2020, cuando llegó a España descubrió en el Valle del Salazar.
La autora ha presentado el primer libro en Pamplona y acompañada del historiador del Valle del Roncal Fernando Hualde, quien ha ayudado a Guzmán a situarse en la realidad de esta zona de Navarra.
El texto explora el choque entre lo nuevo y lo antiguo, lo foráneo y lo local. Un pueblo profundamente arraigado en sus tradiciones , donde la religión y las creencias populares han permanecido intactas a lo largo de las décadas.
Catalina Guzmán Bremer construye una historia en la que la identidad y la pertenencia juegan un papel clave, mostrando cómo los secretos del pasado y la desconfianza hacia lo desconocido pueden convertirse en barreras difíciles de romper.
La propia autora escribió un correo electrónico a la Asociación Cultural de Almadieros y, dos meses después, Fernando Hualde se puso en contacto con ella para lo que necesitara.
“Para mí lo importante es que todo eso que le he ido contando durante estos años lo ha plasmado perfectamente en la novela. Y no solo lo ha entendido, sino que lo ha reflejado muy bien, que eso es lo que importa”, ha afirmado Hualde.
Guzmán ha explicado que tanto en España como en México está teniendo muy buena acogida el libro. “La historia es universal. Habla de heridas que son muy humanas y creo que funcionaría en cualquier parte del mundo. Ha despertado un gran interés aquí (en Navarra), precisamente porque una extranjera habla de esta zona, pero igual ha causado extrañeza en México, que aún no ha salido impreso, pero las personas que lo han leído están muy fascinadas”.
Tras esa primera visita al valle y ya con el contacto del historiador, la autora volvió al Pirineo para conocer más de cerca, y de la mano de Hualde, la realidad del lugar.
“Fueron 5 días, 12 horas al día que dedicaron a pasearme a mí ya mi hija por todo el Valle de Salazar. Específicamente entramos a Casa Koleto, que el alcalde, en domingo, fue a abrirnos y me dejaron encontrar todo”, ha contado.
Basada en el Valle del Salazar y centrada en Ochagavía, la novela habla de un pueblo llamado Usín, que según ha explicado Hualde es una mezcla entre Usún (un pueblo de Navarra) y Uxin, “que es esa palabra que tanto en el euskera roncalés como en el euskera del Valle de Salazar viene a definir a ese polvo de nieve cuando hace viento que se mete por todo”, ha explicado Hualde.
El libro se ha presentado también en Ochagavía, de donde la autora se lleva “un pedazo de Navarra a México”. “Y espero dejarles un pedacito de México yo aquí y quiero que todos los que no conocen el Pirineo navarro se enamoren de él, como me he enamorado yo”.