De librería móvil que ofrecía en las plazas públicas un acervo de hasta de 4 mil ejemplares, empezó a visitar diversas escuelas del país, como parte de un programa en el participaban los maestros, los padres de familia, escritores y cuentacuentos. Pero, a raíz de la pandemia, se convirtió en el Librobús virtual que ahora entra a los hogares de los niños.

Nacida en 2013, cuando realizó su primera Caravana de Verano en ocho plazas públicas de la entonces delegación Cuauhtémoc, esta iniciativa del Fondo de Cultura Económica y la cadena de librerías Educal arrancó con 12 camiones expandibles, con una superficie total de 27 metros cuadrados y un peso de 6.5 toneladas, que se convirtieron en una librería con capacidad para diez personas.

Sin embargo, explica en entrevista Roberto Rico, coordinador nacional del programa Librobús en tu escuela, creado en 2019 y que se transformó el pasado 24 de marzo en la página web Viajando en el librobús virtual, el formato digital ha multiplicado las posibilidades de este proyecto para llegar cada vez a más personas.

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En los hogares de los niños, este mecanismo crea un vínculo familiar alrededor de la lectura. Ha sido un detonante de participación social, dando acceso a la lectura y creando familias lectoras y sanas”, comenta.

El promotor cultural afirma que “no se trata sólo del placer por la lectura, sino que ahora la socialización desde el hogar lleva a la familia completa a experimentar. El Librobús se ha convertido en un vínculo con el pueblo”.

Cuenta que, para trasladar esta operación a las redes sociales, se creó la página en Facebook, que en mes y medio registró 5 mil 200 participantes, el límite permitido, por lo que tuvieron que abrir su propio portal en internet. “Tenemos a escritores del FCE recomendando libros, 132 profesores leen al mes sus textos y libros de otros autores y 90 videos de niños hablando de sus lecturas”.

Dice que, aunque el Librobús reanude sus visitas a las escuelas del país, cuando se termine la emergencia sanitaria, la propuesta virtual continuará porque, además de entrar a las casas de una manera más afectiva y cálida, ha impactado a los habitantes de varios estados e, incluso, de otros países.

Rico destaca que, al inicio de la presente administración, de los 12 autobuses que tenía la flotilla sólo funcionaban cuatro, pero que ahora están listos nueve para retomar el Librobús en tu escuela.

Fue una propuesta colectiva. Tenemos buena relación con los movimientos sociales, con los maestros. Platicamos con la novena sección de la CNTE de la Ciudad de México y creamos un programa junto con ellos”, señala.

Conjuntamente, prosigue, se realizaron festivales de lectura en las escuelas. “La idea demostró ser acertada, ya que en un año se visitaron 285 planteles. Como resultado de esas visitas, 86 mil 158 alumnos subieron al Librobús y adquirieron 59 mil 531 ejemplares. Además, 565 profesores tomaron el curso de fomento a la lectura”.

Agrega que, simultáneamente, dio inicio el Primer Programa Integral de Fomento a la Lectura en el municipio de San Vicente Chicoloapan, Estado de México; y otro similar en Veracruz. “También tuvimos que suspender estas actividades cuando aún faltaban por recorrer 547 escuelas en el Valle de México y Veracruz; además de un programa con clubes de lectura, escuelas y redes que había sumado a 60 comités barriales en Ciudad Nezahualcóyotl”.

Detalla que fue fácil entrar a Neza, porque la gente ya pedía los libros. “Aquí existe la tradición de que los policías fomentan la lectura, es un programa reconocido a nivel internacional, y las personas nos recibieron con alegría”.

Tras un intenso trabajo en zonas populares, como Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Iztapalapa y Gustavo A. Madero, el funcionario concluye que “existe un gran interés por el fomento a la lectura. Los niños sí leen, las familias pobres sí leen. Por eso es importante acercarles libros a buen precio, como la colección Vientos del Pueblo, de 12 pesos en promedio, que ha tenido buena acogida”.

Rico asegura que el impacto emocional que ha propiciado el Librobús al llegar a los lugares más apartados, conjuntamente con la lectura, creció ahora que el programa es virtual y entra a los hogares.

Y un dato interesante es que el 78 por ciento de las participantes son mujeres, maestras, escritoras, promotoras de lectura y amas de casa”.

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