En agosto de 2021 apareció por sorpresa un grafiti de Banksy en el muro de una casa en la ciudad británica de Lowestoft. A pesar de que la propiedad se valorizó, los dueños de la casa decidieron quitar la pared completa, avaluada entre uno y tres millones de libras esterlinas (entre 1,5 y 3,5 millones de dólares).
Después de haber sido realizada, la obra artística pronto se convirtió en una atracción turística y el Ayuntamiento de la ciudad notificó a la pareja, Garry y Gokean Coutts, propietarios de la casa, que se aseguraran de su preservación.
Fanáticos del artista comenzaron a llegar al lugar, hasta el punto que los propietarios tuvieron que contratar a un guardia de seguridad nocturno después de que alguien intentara arrancar una parte de la obra para venderla en las redes sociales y un grupo de personas intentara pintar la obra de blanco, según apunta Daily Mail.
El Ayuntamiento no se pronunció sobre su implicación en el cuidado de la obra, lo que significaba que la pareja debía pagar 40.000 libras esterlinas (poco más de 49.000 dólares) al año en gastos para proteger el mural.
El mes de abril de este año, la pareja contrató una firma de construcción, que, con ayuda de una grúa, retiró la pared de 22 toneladas, lo que supone un gasto de más de 200.000 libras esterlinas (unos 248.000 dólares). Ahora los Coutts buscan vender la obra.
Este mural de una gaviota hizo parte de una serie de obras creadas por el artista llamada ‘A Great British Spraycation’, por la que pintó varios lugares en ciudades y pueblos costeros de Anglia Oriental, en Inglaterra. El proyecto tenía como objetivo impulsar la economía de algunos pueblos costeros afectados durante la pandemia del covid-19.