Los ideales de Leona Vicario (1789-1842) siguen vigentes, pues siempre existen cosas que componer en este país, aseguró Bertha González Cosío, autora del libro sobre la última morada de la periodista, Los Sepulcros de Santo Domingo y Cocheras: una casa en el Centro Histórico de la Ciudad de México. 

Señaló que reunir estas piezas tiene como objetivo reconocer al personaje histórico, quien había estado un tanto olvidada; agregó que hay muchas cosas erróneas sobre su vida y ejemplificó su encierro en un convento, que no era tal, sino una “casa de las mujeres malas, mala cabeza”. 

Para la autora, Vicario era una mujer muy preparada, inteligente, de mucha acción y acción rápida, valiente, llena de ingenio… entera, “que jamás se dobló”, y muy querida, sobre todo por personajes como Guadalupe Victoria —quien le donó el terreno de la que fue su última casa, tras sus desventuras por seguir sus ideales—, Antonio López de Santa Anna, que fue su huésped por un tiempo, y Guillermo Prieto, a quien salvó de una gran pobreza. 

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Destacó que “Leona Vicario es importante para nosotros actualmente porque la mujer que imagina es independiente, no depende de nadie; nada más se trata de querer hacerlo”. En su opinión, una mujer no tiene por qué ser dependiente del papá ni del marido, no debe tener pretextos: “Si tú te preparas, sales adelante”. 

Reiteró que siguiendo los ideales vigentes de esta heroína del movimiento de Independencia en México, las mujeres seremos las encargadas de componer todo aquello que lo necesite. 

Eso sí, aclaró que “todo debe de hacerse de acuerdo con el criterio y personalidad, pero no como malas, rabiosas; haz tus cosas bien en lo que seas, en lo que trabajes, si tú cumples y haces tus cosas bien, sales adelante en todo y no le pides nada a nadie”.

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