Los Sixers sometieron este viernes en Filadelfia a los Lakers en un partido de emociones fuertes que parecían tener totalmente controlado pero que, con una gran reacción de los angelinos en el final, tuvieron que sentenciar en la prórroga (133-122).

Los Sixers ganaban de 18 puntos a falta de 10 minutos y de 9 con solo 35 segundos por jugarse.

Pero en un desastroso desenlace de los locales repleto de pérdidas de balón y errores, los Lakers sacaron petróleo, forzaron la prórroga y estuvieron a punto de anotarse el triunfo pero Anthony Davis falló el tiro libre crucial.

En un fabuloso duelo de pívots, Joel Embiid logró 38 puntos y 12 rebotes para Filadelfia mientras que Davis, con muchos problemas de faltas, sumó 31 puntos y 12 rebotes.

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 De’Anthony Melton (33 puntos con 8 triples y 7 robos) y James Harden (28 puntos y 12 asistencias) destacaron también en los Sixers en tanto que los Lakers contaron con LeBron James (23 puntos y 6 asistencias), Austin Reaves (25 puntos) y Russell Westbrook con un triple-doble (12 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias).

Solo Magic Johnson había conseguido anteriormente un triple-doble para los Lakers como reserva.

Los Sixers (13-12) se recuperaron así tras derrotas consecutivas y los Lakers (10-15), que recuperaron a Davis y LeBron tras su ausencia en Toronto, acumulan ahora tres partidos seguidos perdidos y llevan un 2-3 en su gira por el Este.

EMBIID IMPONE SU LEY

Embiid metió los primeros 6 puntos de su equipo mientras que Davis acabaría el primer periodo con tres faltas.

En un comienzo de partido lento, el camerunés, de un triple y una bandeja en 20 segundos, llegó a 13 puntos en los primeros ocho minutos.

El gigante de Filadelfia terminó el primer cuarto todavía mejor: con un mate a una mano tras zafarse de dos contrarios y otro triple para sumar 20 puntos en el primer segmento, los mismos que los Lakers hasta entonces (31-20).

En un tramo que Doc Rivers sentó a Embiid al principio del segundo parcial, Reaves y Westbrook agitaron el encuentro saliendo desde el banquillo y empataron el duelo a 33.

La alternancia en el marcador llegó hasta el descanso, al que se fueron los Sixers con una ventaja mínima (61-59) y con un Embiid que solo falló un tiro en toda la primera parte (25 puntos con 10 de 11).

Davis cometió su cuarta falta en los primeros minutos del tercer parcial y tuvo que volver a sentarse. Lo aprovechó Melton, que en un par de minutos soberbios acertó tres triples y una de dos (82-77 con 5.13 en el reloj).

Melton cerró su recital del tercer cuarto con 16 puntos sin fallo (incluyendo un 4 de 4 en triples) y defendió el liderazgo de los locales (93-83).

Harden, mejorando su desempeño del enfrentamiento anterior cuando regresó tras una lesión que lo apartó de la cancha durante 14 partidos, impulsó a los Sixers en el arranque del cuarto definitivo y colocó el +18 con solo diez minutos por delante (102-84).

Entonces apareció el orgullo de Davis, que despertó de forma brutal y que sumó 21 puntos en el último cuarto.

A su carga a la desesperada se unieron LeBron y Westbrook, pero el encuentro parecía resulto con el octavo triple de Melton y un tiro libre de Embiid a 35 segundos del final (119-110).

Nada más lejos de la realidad.

Una canasta de Patrick Beverley, dos tiros libres de Davis y un triple de Reaves dejaron a los Lakers a solo 2 puntos ante el asombro de todos (119-117 a falta de 12.2 segundos).

Tras un tiro libre de Melton, Reaves recibió una falta en un triple y metió dos de sus tres intentos desde la línea de personal (120-119 con 9.2 segundos por jugarse)

Pero los Lakers robaron el balón en el saque de unos Sixers absolutamente desconectados y Davis tuvo la opción de dar la victoria a su equipo con los tiros libres con solamente 3.7 segundos.

El pívot de los Lakers falló su segundo intento y el partido se fue al tiempo extra, donde los angelinos, muy desacertados, tardaron más de cuatro minutos en anotar y los Sixers pudieron finalmente cerrar una victoria más sufrida de lo que esperaban.

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