Las altas temperaturas han propiciado que la organización del torneo de tenis de los Juegos Olímpicos, la Federación Internacional (ITF), active “la Política de Clima Extremo” en la jornada.

La última lectura de temperatura en el recinto de Roland Garrós dio un resultado de 30,1 grados Celsius que provocó que esta normativa entrara en vigor. Por lo tanto, los jugadores de los partidos individuales tendrán la posibilidad de un descanso de diez minutos entre el final del segundo set y el inicio del tercero.

La jornada sufre las temperaturas más altas desde que arrancó la competición olímpica. Los jugadores se hidratan en cuanto pueden y los aficionados presentes en el recinto de Roland Garros buscan soluciones para el alivio térmico.

Por esa razón, la ITF ha implementado la Política de Clima Extremo, que introduce medidas para proteger a los jugadores cuando las condiciones en la cancha se vuelven incómodas por la temperatura, con temperaturas altas y una considerable humedad.

Los jueces de silla tienen instrucciones de informar a los jugadores para que sepan que la medida está activa, ya sea antes o durante el partido. Entonces, a partir de ese momento se introduce un descanso de diez minutos entre el segundo y el tercer set de los partidos individuales siempre que cualquiera de los jugadores lo solicite; si ninguno de los jugadores quiere tomar el descanso, el partido puede continuar. Los partidos de dobles no disponen de esa opción.

Si se levanta la Política de condiciones climáticas extremas mientras los jugadores están en la cancha, todos los partidos que se estén jugando actualmente seguirán implementando la política hasta que finalicen.

Durante esos diez minutos de descanso, que deben permanecer ya hasta el final del choque aunque la temperatura descienda, los tenistas pueden ir al baño, ducharse, cambiarse de ropa o comer y beber algo.

Pero no pueden recibir una evaluación médica o recibir cualquier tratamiento al menos que no lo apruebe el árbitro o el supervisor del torneo ni acudir a hablar con su entrenador ni utilizar dispositivos electrónicos.

Las canchas Philippe Chatrier y Suzanne Lenglen tienen un techo retráctil y control de clima, lo que permite que el juego continúe con el techo cerrado. 

EFE

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