Adidas, que se ha visto sometida a una gran presión tras poner fin a su lucrativa asociación con la línea Yeezy de Kanye West, está intentando hacerse con una mayor cuota del mercado deportivo estadounidense, según dijo el jefe regional del grupo a The Wall Street Journal.

“Queremos redoblar todos nuestros esfuerzos en Estados Unidos, sobre todo en el ámbito del deporte”, declaró en una entrevista Rupert Campbell, presidente de la empresa en Norteamérica.

Además de poner fin a la colaboración con Yeezy, Adidas también interrumpió su colaboración con la línea Ivy Park de la estrella del pop Beyoncé, según los medios, y el contrato expirará a fines de año.

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Campbell dijo que, si bien Adidas continuará con las colaboraciones con celebridades, los deportes son ahora el foco para el negocio de Estados Unidos, señalando el baloncesto como un ejemplo donde indicó que la participación de la compañía es muy baja.

“Así que creemos que ahí hay una oportunidad”, señaló.

La división de Yeezy costó a Adidas 600 millones de euros en ventas en el cuarto trimestre de 2022 y podría hacer que el fabricante alemán de artículos deportivos registre su primera pérdida anual en tres décadas este año, informó Adidas el mes pasado.

Hablando sobre el mercado estadounidense de artículos deportivos en general, el mayor del mundo, Campbell dijo: “Tenemos que mostrar nuestras credenciales en este espacio”.

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