¿Quién se llevará su primera Copa de los Mosqueteros? El español Carlos Alcaraz y el alemán Alexander Zverev, que nunca habían logrado llegar al último partido en Roland Garros, se disputarán el título el domingo (13h00 GMT) en una final que marca un relevo generacional.
Desde 2005, los títulos en la tierra batida de París se han repartido entre el ‘Big 3’: Rafa Nadal (14), Novak Djokovic (3) y Roger Federer (1). Solo hubo un invitado a la fiesta entre medias, el suizo Stan Wawrinka, otro jugador de su misma generación y que consiguió el título en 2015.
Ahora el torneo será para un jugador veinteañero (Alcaraz tiene 21 años, Zverev 27), algo que no ocurría desde que Djokovic fue campeón en 2016 con 29 años.
¿Tercer Grand Slam o el primero?
El español, número 3 mundial, tiene una ventaja sobre Zverev (número 4), la de la experiencia ganando finales del Grand Slam, ya que se impuso en las dos que disputó anteriormente, en Estados Unidos en 2022 y en Wimbledon en 2023.
Después de romper la maldición de semifinales en Roland Garros, una ronda donde había caído los tres años anteriores, ¿conseguirá ahora Zverev su ansiado primer Grand Slam?
El vigente campeón olímpico y ganador dos veces del Masters de final de temporada solo disputó sin embargo una final en un grande, la del Abierto de Estados Unidos en 2020, y perdió allí ante el austríaco Dominic Thiem.
“Entonces no estaba preparado. Ahora ya no soy un niño, tengo más edad. Si no es ahora, ¿entonces cuándo?”, dijo Zverev tras eliminar a Casper Ruud, subcampeón de las dos ediciones anteriores, en semifinales.
Una lesión superada
Alcaraz había llegado a este Roland Garros como una gran incógnita tras no jugar apenas en la temporada sobre tierra batida por una lesión en el antebrazo derecho, en el que lleva un vendaje especial en todos sus partidos en París.
Ese problema físico parece haber quedado atrás y en semifinales resistió perfectamente a cuatro horas de batalla y cinco sets contra el próximo número 1 mundial, el italiano Jannik Sinner.
Zverev, por su parte, comenzó el torneo ya con altas expectativas, tras ganar el Masters 1000 de Roma y derribar en la primera ronda a un Rafa Nadal alejado de su mejor nivel. En tercera ronda ante el neerlandés Tallon Griekspoor (25º) y en octavos contra el danés Holger Rune (13º) llegó a necesitar cinco sets para clasificarse.
“Zverev está con un nivel de tenis muy alto. Viene de ganar en Roma y está jugando muy bien en tierra. Será un partido durísimo”, vaticinó Alcaraz.
España en la tierra prometida
Para el joven murciano, coronarse en París sería un sueño de infancia cumplido, en el torneo tradicionalmente asociado a las grandes gestas del tenis español.
“De niño, salía corriendo del colegio para ver los partidos de Roland Garros por la tele. Es un torneo especial, en el que los jugadores españoles han logrado muchos éxitos, no solo Rafa. Quiero dejar mi huella yo también”, avisó después de sellar el pase a la final.
Puede añadir su nombre a los de Manuel Santana, Andrés Gimeno, Sergi Bruguera, Carlos Moyà, Albert Costa, Juan Carlos Ferrero, Rafa Nadal, Arantxa Sánchez Vicario y Garbiñe Muguruza, los otros españoles que lograron coronarse en la ‘Meca’ de la tierra batida.
Uno de ellos, Ferrero, es su mentor y entrenador. Campeón como jugador hace 21 años, puede triunfar ahora a través de su pupilo más ilustre.
Sequía alemana
Para Alemania, Roland Garros es tradicionalmente un territorio mucho más hostil.
Sus únicos títulos allí en la ‘era Open’ (desde 1968) vinieron de la mano de Steffi Graf, coronada seis veces en el torneo femenino, la última de ellas en 1999.
Para encontrar los únicos títulos alemanes en el torneo masculino de Roland Garros hay que remontarse muchísimo en el palmarés, hasta los años 1930, con Gottfried von Cramm (1934, 1936) y Henner Henkel (1937).
En la ‘era Open’ solo un alemán había conseguido anteriormente llegar a la final, Michael Stich, que perdió la de 1996 contra el ruso Yevgeny Kafelnikov. En los Grand Slam, el último título masculino alemán fue en ese 1996, cuando Boris Becker conquistó el Abierto de Australia.