El piloto mexicano Sergio Pérez tuvo un domingo amargo al terminar en la cuarta posición del Gran Premio de Francia en una carrera que fue ganada por su compañero de escudería, Max Verstappen, quien se reafirmó como líder del Campeonato de Fórmula Uno.

Checo arrancó tercero luego de que en la calificación del sábado tuvo una buena remontada y mejoró el desempeño que había tenido en las prácticas.

El inicio no fue el ideal para el tapatío, pues de inmediato desde la vuelta uno perdió la tercera posición con el británico Lewis Hamilton que se vio agresivo y lo rebasó.

En la vuelta 18 cuando lideraba la carrera, el monegasco Charles Leclerc, de Ferrari, hizo un trompo y se fue a estrellar contra el muro, por lo que abandonó y varios pilotos aprovecharon para ir a pits, mientras Max Verstappen, que ya había parado previamente, asumió la punta.

En la reanudación de la carrera, Checo se colocó tercero por detrás de su coequipero y de Hamilton, pero no logró acercarse al segundo y comenzó a sufrir la presión de Carlos Sainz, quien vino de atrás remontando lugares.

Posteriormente el tapatío se vio envuelto en un incidente con George Russell y estuvo en riesgo de una penalización, la cual finalmente se descartó; sin embargo, a tres vueltas del final Checo tuvo un descuido que Russell aprovechó para arrebatarle el tercer lugar.

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