Los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes, vigentes campeones de la NFL, pugnarán el domingo en Las Vegas contra los San Francisco 49ers en un Super Bowl que promete emociones fuertes, incluida la esperada presencia de Taylor Swift para alentar a su pareja, Travis Kelce.
La relación entre Swift, la cantante más popular del momento, y Kelce, otro de los líderes de los Chiefs, ha generado todavía más expectación por el gran espectáculo del deporte estadounidense, que por primera vez tendrá como escenario Las Vegas (Nevada).
La final de la liga más poderosa del mundo en la capital del juego espera batir récords tanto de apuestas deportivas como de audiencias televisivas, al sumar a nuevos públicos atraídos por el mediático romance de Taylor Swift.
La diva del pop, según reportes periodísticos, aterrizó el sábado en Los Ángeles (California) tras su concierto en Japón con tiempo suficiente para estar presente en el Allegiant Stadium de Las Vegas cuando el juego arranque a las 15H30 locales (23H30 GMT).
Una multitud de famosos, grandes apostadores y aficionados abarrotarán los 65.000 asientos de la cancha de los Raiders para disfrutar del pulso entre los Chiefs de Mahomes, el heredero de Tom Brady, y los emblemáticos 49ers, que llevan desde la temporada 1994 sin elevar el trofeo Vince Lombardi.
Unos 500 aviones privados habrán aterrizado para el juego durante una semana en que se estima que Las Vegas recibió a unos 300.000 visitantes, según autoridades locales y federales.
23.100 millones en apuestas
Las ruletas y las máquinas tragaperras resuenan con furor mientras las mesas de póquer de varios casinos están administradas por crupieres ataviados con artículos de la NFL, en una ciudad a la que la liga dio la espalda durante mucho tiempo para evitar asociarse con los excesos del juego y las apuestas.
La horda de turistas ha llenado casinos, clubes nocturnos y fiestas organizadas por celebridades, además de los conciertos de estrellas instaladas en la ciudad como U2, Adele, Christina Aguilera y Green Day.
Los afortunados que hayan conseguido una entrada para el Super Bowl, cuyo espectáculo del medio tiempo estará a cargo de la estrella del R&B Usher, habrán tenido que realizar una importante inversión.
En la web de venta de entradas Stubhub los asientos más baratos disponibles costaban el sábado 5.848 dólares y los más caros se disparaban hasta los 196.875 dólares.
La Asociación Estadounidense del Juego espera que unos 67 millones de estadounidenses – aproximadamente una cuarta parte de la población adulta del país – hagan apuestas relacionadas con el Super Bowl, generando un monto estimado de 23.100 millones de dólares.
La dinastía ‘Chief’ en juego
En medio de toda esta vorágine, Chiefs y 49ers se reencontrarán en un Super Bowl que tiene todos los ingredientes para convertirse en un clásico.
Kansas City está presente en la final por cuarta vez en las últimas cinco temporadas, con triunfos en 2020 y 2023 y una dolorosa derrota en 2021 ante Brady y sus Tampa Bay Buccaneers.
La dinastía de los Chiefs quedaría oficialmente inaugurada con un tercer anillo que además los convertiría en la primera franquicia en revalidar campeonato desde que Brady lo logró con los New England Patriots entre 2003 y 2004.
El choque resulta clave también para Mahomes que, a sus 28 años, aspira a seguir en ruta hacia el récord de siete títulos que posee el ya retirado Brady.
El veterano entrenador Andy Reid, pilar de los éxitos de Kansas City junto a Mahomes y Kelce, dijo después de la última práctica del sábado que su equipo está preparado para el reto.
“Quedé satisfecho con lo que vi”, aseguró Reid, de 65 años. “Creo que están listos para ir a jugar”.
Del otro lado, el prestigioso técnico Kyle Shanahan también confía en que los 49ers puedan acabar con su sequía de títulos y tomar revancha de la derrota que sufrieron ante los Chiefs en el Super Bowl de 2020.
En aquella final, celebrada en Miami (Florida), Mahomes comandó una espectacular remontada de diez puntos al entrar en el último cuarto hasta vencer a San Francisco por 31-20.
Esta campaña, los 49ers fueron muy superiores a Kansas City en la fase regular, terminando como líderes de la Conferencia Nacional, pero en los playoffs han mostrado graves fisuras.
Su ‘quarterback’ Brock Purdy se estrenará en el gran escenario a los 24 años y tendrá a su disposición el mayor arsenal ofensivo de la liga, con Christian McCaffrey, George Kittle y Deebo Samuel al frente.
Los Chiefs, en cambio, se han reinventado a partir de la defensa y, tras una campaña irregular, llegan en su mejor momento tras despachar en playoffs a potentes rivales como los Baltimore Ravens del MVP Lamar Jackson.