Cuauhtémoc Blanco acertó en muchas ocasiones dentro de la cancha, sin embargo, fuera de ella ha sido todo lo contrario. El ícono de la Selección Mexicana encontró un espacio en la memoria colectiva de los aficionados por sus destacadas actuaciones con el equipo nacional. Todos recuerdan su extravagante remate para empatar el encuentro contra Bélgica en el Mundial de Francia 98, o el festejo con baile de charro incluido cuando marcó el último gol contra un combinado alterno de Brasil para hacerse de la Copa Confederaciones. Cuauhtémoc era un futbolista que era repudiado con la camiseta del América, pero era adorado cuando se trataba de jugar con el seleccionado mexicano.

El Temo fue interrogado acerca del lugar en el que él mismo se colocaría dentro de los mejores futbolistas en la historia de la Selección Mexicana. Le preguntaron que si se pondría como el tercero mejor, solo por detrás de Hugo Sánchez y Javier Hernández, por lo que respondió: “Yo me siento mejor que ellos, mucho mejor, aunque ellos han jugado en varios equipos y eso no lo digo yo, lo dice toda la gente. Yo no me comparo con Chicharito ni con Hugo, cada uno hizo su historia; yo clasifiqué a la Selección a dos Mundiales, con la ayuda de mis compañeros. Toda la gente dice que soy mejor que ellos”.

Sí, podría decirse que Cuauhtémoc reúne las credenciales para estar un escalón por encima de Javier y Hugo solo en Selección. El Cuauh ocupa el tercer puesto de los máximos goleadores del seleccionado mexicano, el máximo anotador es Chicharito con 52 tantos, mientras que Blanco anotó 38 goles; por detrás de los 46 de Jared Borgetti. El ex 10 de la Selección se convirtió en el primer futbolista mexicano que marcó al menos un gol en tres distintas Copas del Mundo (1998, 2002 y 2010) y fue campeón de la Copa Confederaciones en 1999, cuando el mismo certamen no tenía mayor validez y las escuadras de mayor jerarquía no se presentaban con sus equipos estelares.

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El favoritismo hacia Cuauhtémoc se debe al liderazgo que imprimía dentro y fuera de la cancha, algo que no se ha podido ver desde que se retiró. No obstante, para poder calificarse como “el mejor de la historia del equipo” tendría que haber sido pieza fundamental para cambiar la historia del seleccionado. Durante la presencia del Temo en las justas mundialistas, el resultado siempre fue el mismo: los octavos de final, donde el 10 no pudo marcar la diferencia. En 2002, cuando el equipo mexicano enfrentó en los octavos de final a su similar de Estados Unidos – un rival muy a modo –, Cuauhtémoc simplemente no pesó en el cotejo. En 1998 la historia fue similar y para el 2010 su asistencia a Sudáfrica ya fue algo más simbólico que merecido.

Durante el último ciclo mundialista en el que estuvo presente (2010) su asistencia fue también un capricho de Javier Aguirre. Mientras que Giovani dos Santos, Javier Hernández y Carlos Vela estaban en su primera Copa del Mundo y se encontraban jugando en el futbol europeo, el Cuau se desempeñaba en la Liga de Ascenso con Veracruz. A diferencia de Hugo Sánchez y Javier Hernández, Blanco no pudo hacer una carrera significativa fuera del futbol mexicano como ellos. Ambos son reconocidos mundialmente por las cuotas goleadoras que conseguidas en su estadía en el viejo continente.

Hugo apenas y tuvo algunas actuaciones destacadas con el conjunto tricolor, del mismo modo, sus marcas conseguidas con el Real Madrid son difíciles de alcanzar para cualquier otro jugador mexicano en activo, y menos en uno de los equipos más importantes de la historia. En el caso de Javier, sus acciones fueron a la par con sus equipos y el seleccionado nacional, por esa misma razón se convirtió en el máximo goleador de la historia.

Durante el último ciclo mundialista en el que estuvo presente (2010) su asistencia fue también un capricho de Javier Aguirre. Mientras que Giovani dos Santos, Javier Hernández y Carlos Vela estaban en su primera Copa del Mundo y se encontraban jugando en el futbol europeo, el Cuau se desempeñaba en la Liga de Ascenso con Veracruz. A diferencia de Hugo Sánchez y Javier Hernández, Blanco no pudo hacer una carrera significativa fuera del futbol mexicano como ellos. Ambos son reconocidos mundialmente por las cuotas goleadoras que conseguidas en su estadía en el viejo continente.

Hugo apenas y tuvo algunas actuaciones destacadas con el conjunto tricolor, del mismo modo, sus marcas conseguidas con el Real Madrid son difíciles de alcanzar para cualquier otro jugador mexicano en activo, y menos en uno de los equipos más importantes de la historia. En el caso de Javier, sus acciones fueron a la par con sus equipos y el seleccionado nacional, por esa misma razón se convirtió en el máximo goleador de la historia.

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