El fútbol español tiene “un problema de racismo”, dijo el lunes el jefe de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, después de que el Real Madrid presentara una queja tras los supuestos insultos lanzados a su estrella brasileña Vinícius Jr.

LaLiga, la máxima categoría del fútbol español, está bajo presión para hacer más para combatir el racismo después de que el presidente de Brasil, la FIFA y otros futbolistas como el francés Kylian Mbappé expresaran su apoyo a Vinícius.

Vinícius Jr, segundo mayor goleador del Real Madrid en todas las competiciones de esta temporada con 23 tantos, por detrás del francés Karim Benzema (29), describió a España como un “país de racistas” tras el partido de liga contra el Valencia disputado el domingo.

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El presidente de LaLiga, Javier Tebas, reaccionó a estas palabras con un mensaje en la red social Twitter en el que afirmó que se está haciendo lo suficiente, añadiendo que Vinícius debería informarse “antes de criticar e injuriar a LaLiga”.

“Lo primero es reconocer que tenemos un problema en nuestro país”, dijo Rubiales el lunes en una rueda de prensa en Madrid. Es “un problema grave que además mancha a un club, a una afición, a todo un país”.

El Gobierno de Brasil convocó el lunes a la embajadora española en el país para dar explicaciones sobre lo ocurrido.

Por su parte, el Gobierno español optó por no pronunciarse con contundencia sobre la cuestión, con tan sólo cargos ministeriales subalternos condenando los ataques racistas, en un contexto de campaña electoral para los comicios regionales del próximo 28 de mayo.

El partido del domingo en el estadio valenciano de Mestalla tuvo que ser interrumpido durante 10 minutos, después de que el delantero de 22 años señalara a unos aficionados que supuestamente le estaban dirigiendo comentarios racistas.

Vídeos publicados en redes sociales y verificados por Reuters mostraron a cientos de aficionados del Valencia cantando “Vinícius es un mono” a la llegada del autobús del Real Madrid al estadio antes del partido.

“Lo siento por los españoles que no estén de acuerdo, pero hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas”, escribió Vinícius Jr en Twitter tras el partido.

Rubiales criticó los comentarios de Tebas, calificándolos de “comportamiento irresponsable”.

“Seguramente Vinícius tiene más razón de la que creemos y todos tenemos que hacer más” contra el racismo, dijo Rubiales.

MÚLTIPLES INCIDENTES

El Real Madrid dijo el lunes que ha presentado una denuncia por delito de odio tras el incidente en Valencia. Es el décimo episodio de presunto racismo contra Vinícius que se denuncia ante la fiscalía esta temporada, según LaLiga.

El Valencia dijo en un comunicado que se ha identificado a uno de los aficionados que presuntamente profirieron insultos racistas contra Vinícius, añadiendo que el equipo de fútbol está colaborando con la policía para confirmar la identidad de los otros presuntos agresores. El equipo añadió que aplicará un castigo que podría incluir la expulsión de por vida del estadio para todos los implicados.

La policía española también está investigando un posible delito de odio contra Vinícius Jr después de que un maniquí con su camiseta número 20 fuera colgado de un puente fuera del campo de entrenamiento del Real Madrid en enero antes del derbi entre el club y el Atlético de Madrid.

La Fiscalía archivó una denuncia presentada por cánticos racistas dirigidos al jugador en septiembre, durante otro partido contra el Atlético de Madrid.

El fiscal archivó el caso porque los cánticos de “mono” sólo se dijeron un par de veces y “sólo duraron unos segundos”, lo que pone de relieve cómo el código penal español dificulta la persecución de incidentes racistas en partidos de fútbol.

Moha Gerehou, periodista y activista contra el racismo español, afirmó que LaLiga utiliza estos casos legales para “lavarse las manos”, pese a que, afirmó, tiene el poder para tomar decisiones e imponer sanciones por sí misma.

Gerehou añadió que LaLiga debería cerrar estadios e imponer la celebración de una serie de partidos a puerta cerrada para casos como el del domingo, ya que considera que eso pondría la presión sobre clubes y aficionados por igual.

Los fiscales españoles investigaron oficialmente solo tres casos de actos racistas durante la temporada 2021-22, según el Ministerio del Interior. Según las normas actuales, las personas declaradas culpables de comportamiento racista pueden ser multadas con hasta 4.000 euros (4.403 dólares) y se les puede prohibir el acceso a los estadios durante un año.

Cada vez es mayor la presión para que España haga más por atajar el problema. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió a la FIFA y a LaLiga que “tomen medidas reales”, mientras que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ofreció su “plena solidaridad” y pidió a LaLiga que aplique una norma que penaliza a los clubes con la deducción de puntos si persisten los cánticos racistas.

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