El futbol mexicano vive uno de los momentos más críticos de los que se tenga memoria en los últimos tiempos. El fracaso de Qatar 2022 puso a toda la estructura directiva de cabeza. El primero en irse, como era predecible, fue Gerardo Tata Martino. El entrenador del Tri en la Copa del Mundo no dio mayores explicaciones en los días posteriores. Después, ha dicho que México compitió bien en los tres partidos del Mundial, según contó a Radio 780 Paraguay.

Y la supuesta reestructuración del futbol mexicano parece ser una receta reciclada, diseñada para el Mundial de 2026, pero que tiene en mente a nombres que han pasado por el futbol mexicano durante muchos años sin gestar los grandes cambios que se necesitan para, de verdad, dar un paso adelante. El periodista David Faitelson hizo un recuento en Twitter de los nombres que estarán a la cabeza del futbol mexicano en los próximos años

 TE PUEDE INTERESAR: Detienen a Dani Alves por agresión sexual

Anuncios

El comentarista deportivo hizo un recuento de los principales nombres, cargos y estudios que ostentan los directivos que encabezarán al futbol mexicano rumbo a la Copa del Mundo que jugará, parcialmente, en casa. Yon de Luisa, ingeniero civil, egresado de la Universidad Iberoamericana; Mikel Arriola, abogado egresado de la Universidad Anáhuac; Rodrigo Ares de Parga, economista del ITAM, e Iñigo Riestra, abogado de la Anáhuac. En orden, sus cargos son los siguientes: presidente de la Federación Mexicana de Futbol, presidente de la Liga MX, director de Selecciones Nacionales (cargo por confirmar) y secretario general de la Federación. Todos ellos, tipos preparados a un alto nivel, pero sin experiencia en el futbol-cancha.

El último nombre relacionado con el futbol en la cúpula directiva fue Gerardo Torrado, que ocupó el cargo de director de selecciones nacionales, pero fue despedido luego de los fracasos que dejaron a México sin Copa del Mundo sub-20, Mundial Femenil y Juegos Olímpicos de París. Todo se puso cuesta arriba y no hubo otro remedio que prescindir de la única voz de futbolista que quedaba en el organigrama. No se contempló que Torrado no dio resultados por ser exfutbolista, sino simplemente porque no tenía la capacidad para ese cargo, o por cualquier otro motivo.

Pero no se puede usar ese antecedente para quitar de tajo todas las voces con experiencia en cancha. El único elemento con pasado de jugador, en la pretendida nueva estructura, sería Jaime Ordiales, quien en su etapa como directivo no ha cosechado éxitos pese a estar en tres de los equipos más importantes del país: América, Chivas y Cruz Azul. Es decir, se toma poco en cuenta a los expertos en campo, y cuando se les da oportunidad, suelen ser casos decepcionantes, como Ordiales, que no tenía antecedentes de buenos resultados, y Torrado, que de plano llegó sin experiencia a su puesto.

¿Dónde están las voces que pesan, que tienen conocimiento y que, con seguridad, podrían aportarle al futbol mexicano si se los pidieran? Mejía Barón, Javier Aguirre, Ricardo La Volpe, Enrique Meza, Bora Milutinovic, Manuel Lapuente. Y no, no es que se quiera que la Federación esté bajo el control absoluto de puros entrenadores o exjugadores. Solamente que su punto de vista se tome en cuenta. Todos ellos, y muchos más, son gente que ha cometido errores, que ha visto de cerca el desarrollo, o involución, del futbol mexicano. Algo saben, pero nadie les pregunta. ¿Cómo es posible que en un programa de televisión, como fue el caso de ‘Los Maestros’ de TUDN durante la Copa de Mundo, se propongan mejores planes para hacer mejorar al futbol mexicano que en la misma cúpula federativa?

No hay duda: de Luisa, Ares de Parga, Arriola; todos son hombres preparados en el plano administrativo. Por eso la selección puede darse el lujo de tener al quinto entrenador mejor pagado del Mundo. Pero no todo puede tratarse de dinero, y no es que se pida la abolición del negocio, porque queda claro que saben hacerlo, que sus números, sus ingresos, les respaldan. ¿Y luego? ¿Por qué no buscar un equilibrio entre el negocio y el futbol?

Publicidad