La futbolista española, Jenni Hermoso, declaró ante la Audiencia Nacional de su país que el beso que le dio Luis Rubiales, ex presidente de la Federación Española de Futbol nunca fue consentido, al tiempo asegurar que no fue respetada.

La declaración de Hermoso ante las autoridades la filtró el programa Código 10 de la cadena Telecinco, en España.

“No. No me sentí respetada ni como jugadora ni como persona”, expresó Hermoso ante la pregunta de la Fiscalía que conduce la querella contra Rubiales sobre si el beso fue consentido.

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“Cuando estábamos en la ceremonia de la entrega de medallas, me pone la medalla. Yo saludo a la reina, abrazo a su hija y ya el siguiente era Rubiales. Yo le abrazo y lo primero que le digo al abrazarlo es ‘la que hemos liado’ y pega un brinco sobre mí y me mantengo firme. A la que baja lo único que recuerdo es que me dijo ‘este Mundial lo hemos ganado gracias a ti’. Lo siguiente que recuerdo son sus manos sobre mi cabeza y el beso en la boca”, describió.

Hermoso explicó que en ese momento su capacidad de reacción fue nula.

“No, ni me lo la esperaba. Cómo lo iba a esperar en ese escenario, en una Final del Mundial… Ni busqué ese momento, ni sé nada para que se llevara a cabo ese acto. En ese momento estaba en shock por esa celebración”.

La jugadora de Tuzas dijo que en ningún momento se esperaba eso del directivo.

“Sí que, al igual por la adrenalina le abracé, era una persona de confianza y nadie se esperaría eso por muy espontáneo que fuera. Yo ahí no tuve tiempo de reaccionar. Fueron segundos y, al instante, me bajé de la tarima con mis compañeras. Lo primero que les dije a Alexia y a Irene es: ‘Oye que me acaba de dar un beso Rubiales en la boca’.

Hermoso lamentó que el accionar de Rubiales le privó de celebrar el título.

“Al instante, no pude disfrutarlo. Me sorprendió porque ni yo ni nadie se esperaba ese acto de celebración. Me siento con ellas, llega la entrega de trofeos e intento desconectar de esto y disfrutar el momento”, dijo.

En la declaración, la jugadora del Pachuca da detalles de cómo Rubiales, el entonces técnico de la Selección, Jorge Vilda, y todo el aparato de la RFEF intentó convencerla, en varias ocasiones a través de su familia y amistades, para que grabara un video o comentara que el beso “fue una tontería”.

Jenni manifestó que desde ese momento no ha podido salir de su casa para alguna actividad que no sea la futbolística.

“No he salido de casa, ¿por qué tengo que estar reprimida? Creo que no merezco haber vivido todo esto. Mancharon mi imagen y sentí que nadie me protegía”.

La española aseguró que el comunicado publicado era falso.

“Recuerdo el momento de la euforia, de la alegría. No escribí ni dije ni una sola palabra de ese escrito. Patricia Pérez, la jefa de prensa de la Selección, fue quien me enseñó ese escrito. Yo dije: ‘No tengo por qué hacer esto, no lo quiero hacer’. Me estaba sintiendo como que estaba obligada a hacer algo. Me sentí coaccionada. Al final pienso que ellos son igual trabajadores y tenían que hacer esto. El no vino a decir que pusiera ese comunicado, fueron otras partes. Ahí yo creo que ya sabía de la magnitud del asunto.

“Intenté evadirme para que ellas no se preocuparan. En ese momento la mitad no había visto las imágenes, no sabían ni lo que había pasado. Era un momento de euforia. El beso empezó a hablarse un poco y en ningún momento me sentí cómoda porque era algo que había pasado conmigo e intenté evadirme para que ellas no se preocuparan”, mencionó respecto al momento que sus compañeras veían el video en sus dispositivos móviles.

“En el autobús yo estaba más nerviosa y sabía que la situación había sido conmigo, esa imagen que estaba dando la vuelta al mundo. Yo no podía haber consentido ponerme a llorar para que todas me preguntaran y romper ese momento que es algo que no sabemos si se va a volver a repetir en nuestras vidas y que era de celebrar”.

La polémica crecía y Hermoso aseguró que Rubiales le pidió que hicieran un video, pues ya era catalogado como acosador.

“Hazlo por mis hijas. Ya estamos en el avión. Ya éramos conscientes de qué ambiente se respiraba. Me llamó y me dice: ‘Se está liando por el beso. Me tienes que ayudar. Tenemos que grabar un vídeo ahora en Doha juntos porque me están llamando acosador, que te he agredido…’ Y le dije: ‘Ya te lo he dicho que se iba a liar’. Y le dije que no. Me insistió con que lo hiciera por sus dos hijas, que están llorando en el avión. Y me dijo ahora mando a alguien que hable con tu hermano. Yo le dije que no, que hablara con mi agente.

“En todo momento, no me estaba sintiendo respetada en ningún sentido. Lo siguiente fue Vilda hablando con mi hermano para que me convenciera de que yo tenía que hablar. Se utilizó a mi familia. Yo no busqué ese beso y me estaba pidiendo solucionar un acto que él provocó. Yo me sentía como víctima. Me sentí coaccionada. Yo en ningún momento me sentí bien. Me dicen que estuviera atenta porque Jorge Vilda estaba dando vueltas al avión para intentar hablar con mi familia”, admitió.

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