Julio Urías ya había ganado una Serie Mundial en el 2020 siendo una de las figuras preponderantes de los Dodgers, quienes ya le preparaban una jugosa renovación que rondaría los 300 millones de dólares; sin embargo, todo se fue por la borda luego de no poder controlar sus impulsos tras ser encontrado culpable de violencia doméstica en contra de su pareja.
Y en un santiamén todo se le escurrió de las manos con tan sólo 28 años: Riqueza asegurada, gloria deportiva con el título de los Dodgers en el 2024, pero sobre todo, ser considerado como el pase natural de estafeta de las hazañas de Fernando Valenzuela en el sensible año de su fallecimiento.
LECCIÓN NO APRENDIDA
No era la primera vez que le sucedía. En 2019 también fue encontrado culpable de un hecho similar, pero no se presentaron cargos en aquel entonces y no aprendió la lección. En septiembre del 2023 empujó a su pareja Daisy contra una reja, la jaló del cabello y de los hombros a las afueras del estadio BMO, el hecho quedó grabado en video y desde ahí todo cambió.
Fue arrestado y dejado en libertad pocas horas después tras pagar una fianza de 50 mil dólares. Después de algunas semanas de investigación, las autoridades de Los Ángeles determinaron que debía cumplir con una pena de 36 meses de libertad condicional y se le ordenó realizar trabajo comunitario por violencia doméstica en grado de falta, lo que significó un delito menor que evitó que cumpliera la pena tras las rejas.
ADIÓS A LOS MILLONES
Sin embargo, los Dodgers de inmediato lo congelaron y no volvió a tener actividad. Y es que la violencia doméstica se toma muy en serio en los deportes estadounidenses, todas las grandes Ligas han implementado programas para evitar que sus estrellas se vean involucradas y lo que terminó por condenar al mexicano es que no era la primera vez, sino reincidencia.
Entonces, el equipo decidió retirarse de la mesa de negociaciones cuando estaba por quedar como agente libre y con ello se esfumaron los casi 300 millones de dólares en siete años de los que ya se hablaban. Cuando todavía tenían trato, Urías llegó a rechazar una oferta de 245 millones de dólares, lo que lo habría convertido en el deportista mexicano mejor pagado de la historia.
LA ESTAFETA DE VALENZUELA
De haberse quedado con los Dodgers, Urías habría disfrutado de un gran año en lo deportivo: De la temporada 50/50 de Shohei Ohtani, la Serie Mundial ganada ante los Yankees que le habría hecho empatar los dos títulos del legendario Fernando Valenzuela y, sobre todo, ser considerado de forma inequívoca como el heredero de la gloria del gran ‘Toro de Etchohuaquila’ en el año de su muerte.
Y es que se había ido la leyenda, el mexicano que desató la ‘Fernandomanía’ y no tuvo un compatriota que pudiera tomar la estafeta, o más bien, sí hubo quien pudiera hacerlo, pero el error de Julio Urías le obligó a ver todos esos momentos sensibles a través de la televisión, cuando pudo ser el nuevo estandarte nacional vinculado con los Dodgers.
TRISTE PORVENIR
Ahora el panorama luce gris, lejano a los terrenos de juego. En Japón, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y la Selección Mexicana de Beisbol le han cerrado todas las puertas mientras tenga un procedimiento abierto, así que, si su 2024 fue desolador, en el inicio del 2025 no se percibe que las circunstancias que lo rodean mejoren.