El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha declarado que las acciones de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) para bloquear la creación de la Superliga son contrarias al derecho de la UE, según un comunicado compartido este jueves en la cuenta oficial de la corte en X.

“Las reglas de la FIFA y la UEFA que someten a su aprobación previa cualquier nuevo proyecto de fútbol entre clubes, como la Superliga, y prohíben a los clubes y jugadores jugar en esas competiciones, son ilegales”, reza el texto.

El TJUE argumenta que no existe un marco legal para que las normas del ente rector del fútbol mundial y su confederación europea garanticen que son “transparentes, objetivas, no discriminatorias y proporcionales”.

Del mismo modo, señala que las normas que otorgan a la FIFA y a la UEFA el control exclusivo sobre la explotación comercial de los derechos relacionados con sus torneos pueden restringir la competencia, dada su importancia para los medios de comunicación, los consumidores y los telespectadores de la Unión Europea.

Abuso de posición dominante

La Justicia europea considera que tanto la FIFA como la UEFA abusan de su posición dominante y, teniendo en cuenta su naturaleza arbitraria, sus normas de aprobación, control y sanciones deben considerarse restricciones injustificadas a la libre prestación de servicios.

“Eso no significa que una competición como el proyecto de la Superliga deba ser necesariamente aprobada. El tribunal, preguntado de forma general sobre las normas de la FIFA y la UEFA, no se pronuncia sobre ese proyecto concreto en su sentencia”, concluye, aclarando que corresponde a una corte de España resolver el caso, ya que la European Superleague Company interpuso la demanda ante el Juzgado de lo Mercantil de Madrid.

La creación de la Superliga fue anunciada en abril de 2021 por 12 grandes equipos de la Premier League inglesa, de la Liga española y de la Serie A italiana. El proyecto deportivo se convirtió en blanco de críticas por parte de la FIFA, la UEFA, las respectivas ligas nacionales y líderes políticos.

Publicidad