La rusa Tatiana Golovin, en 2007, fue transgresora. Se presentó a sus dos partidos en Wimbledon con un ‘culotte’ rojo bajo la falda, algo nunca visto hasta la fecha y que quebrantaba una de las costumbres más antiguas de Wimbledon y ponía al torneo en jaque, porque en Wimbledon hay dos cosas inamovibles: la hierba tiene que ser verde y es obligatorio vestir de blanco.

Hasta que la voz de las mujeres se ha ido alzando hasta el punto de poner a Wimbledon entre la espada y la pared. La menstruación ha obligado al torneo a permitir la vestimenta de una prenda oscura debajo de la falda, para aliviar el estrés e incomodidad que una tenista que tenga el periodo puede pasar.

“Todas las chicas estamos muy contentas con esta decisión”, declaró la rusa Daria Kasatkina. “Porque en la pista, no solo compites contra ti misma, compites también contra tu estrés y tus nervios. Si añades más estrés aún, de estar pendiente de tu periodo y si se ensucia tu falda, es un problema adicional en el que no quieres pensar”, añadió la tenista rusa.

El blanco se mantendrá como color predominante, eso no cambiará, pero, a finales del año pasado, el club londinense aprobó que puedan añadir una prenda de color debajo de la falda, a modo de ‘culotte’, para aliviar su preocupación.

“Este pequeño ajuste no creo que vaya a dañar al torneo, pero para nosotras es un gran avance”, agregó Kasatkina.

Hay que tener en cuenta que Wimbledon es un torneo que se toma muy en serio el código de vestimenta. Tal y como se especifica en las reglas del torneo, no debe haber ninguna “masa de color” en las vestimentas y solo se permite una línea de color alrededor del cuello, en las mangas, en los pantalones o falda y en las zapatillas, siempre y cuando su grosor no sea mayor que un centímetro.

Casos entre los hombres

Por eso, a Federer le dijeron, después de ganar su partido de primera ronda en 2013, que debía eliminar la suela completamente naranja que utilizó en sus zapatillas; a Kyrgios le advirtieron después de entrar a la pista central con una gorra roja y a Djokovic le llamaron la atención por utilizar tacos demasiado largos en su calzado hace diez años.

Se da la circunstancia de que los tenistas pueden jugar con la ropa que quieran en las pistas Aorangi, dentro del All England Club, pero a la hora de movilizarse a las oficiales, en las que se disputa el torneo, deben cambiar al blanco. Sea o no competición oficial.

Este jueves, Djokovic tenía programada una sesión de calentamiento en la pista central, tras ejercitarse en las de entrenamiento. Se cruzó con Gilles Cervara, entrenador de Daniil Medvedev, y este le dijo: “Toca cambiarse, ¿eh?”.

Durante el torneo, en 2022, hubo protestas en las puertas de Wimbledon bajo el lema ‘Address de Code’, que podría traducirse como “actualicen el código”. Se recordó a Golovin, contra la que las autoridades no pudieron hacer nada más allá de desear que perdiera lo antes posible y se terminara lo que para ellos, en términos comunicativos, era una pesadilla.

Y figuras como Jude Murray, madre de Andy Murray, y Billie Jean King, pidieron que Wimbledon diera su brazo a torcer.

El 17 de noviembre, el All England Club tomó una decisión histórica y a partir de este lunes las tenistas podrán llevar una prenda oscura bajo la falda.

“Va ser un gran alivio”, aseveró la estadounidense Cori Gauff. “El año pasado tuve el periodo durante el torneo y fue muy estresante. Llevas la ropa interior debajo para ayudar, pero sigues teniéndolo en la cabeza. A veces iba al baño solo para comprobar que no había nada. Me alegra mucho que se esté hablando de esto y que se haya tomado esta decisión”, apostilló la americana.

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