En Soma Bay, Egipto, se lleva a cabo el Mundial de Natación Artística 2023. El equipo mexicano que asistió a ese evento ganó tres medallas de oro y una de bronce, está integrado por 11 nadadoras artísticas, dos entrenadoras y un fisiatra. Sus triunfos, además del mérito deportivo, contienen el de luchar y triunfar contra la adversidad que enfrentaron, al no obtener el apoyo que les negó la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
Las medallas conseguidas por las nadadoras mexicanas están fuera del mérito gubernamental. Las antecede el contexto de presunta corrupción de Kiril Todorov presidente de la Federación Mexicana de Natación, acusado de malversación de fondos por 8.7 millones de dólares. Se detectaron desvíos financieros desde la federación a sus cuentas personales. Está vinculado a proceso, desde septiembre de 2021 en la Fiscalía General de la República. Fue desconocido por la World Aquatics, que nombró un Comité Estabilizador para organizar las competencias de clasificación para eventos internacionales.
La directora de la Conade, Ana Gabriela Guevara, argumenta que en tanto no sea declarado culpable Todorov seguirá siendo reconocido como titular de la federación.
El escándalo de corrupción alcanzó a las nadadoras. En enero de 2023 se les retiro el apoyo mensual, le dicen becas, a los atletas, el salario a los entrenadores y los recursos para asistir a eventos internacionales ya comprometidos. Se mantuvo el uso de las instalaciones del Centro Nacional de Alto rendimiento y el alojamiento para entrenar.
Es un hecho que las autoridades responsables del deporte “abandonaron” a las nadadoras por lo que debieron buscar recursos financieros para costear el vuelo, alimentación y estancia para todo el equipo. Iniciaron su esfuerzo vendiendo trajes de baño y una toalla conmemorativa. La fundación Telmex, de Carlos Slim, les aporto el dinero para trasladarse a Egipto y su participación en el Mundial de Natación. También fueron apoyadas por las empresas Adidas y Arena. El costo total fue de casi un millón de pesos.
El triunfo de las nadadoras mexicanas en el Mundial de Natación Artística 2023 logró la atención de los medios de comunicación, convocó alegría, orgullo, admiración por haber obtenido el oro en esa competencia, en la que los jueces conceden el primer lugar solo a la excelencia.
Los medios recordaron que el éxito de las nadadoras fue a pesar de la falta de apoyo de la Conade. El testimonio de las deportistas lo denuncia: “La Conade cortó los apoyos a los deportes acuáticos, un apoyo del cual nosotras nos hemos estado quejando y solicitando que se viera la manera que se reintegre, es la parte del salario de las entrenadoras, la parte de las becas que nos corresponden por ser atletas, y que ése es un dinero que está destinado a nosotras por nuestros méritos deportivos.”
En casos como este el presidente Andrés Manuel López Obrador, en ocasiones, expresa “algo” cuando un mexicano triunfa en el extranjero. En esta oportunidad su Conade quedó a deber y fue reprochado, en medios, su “abandono”. López Obrador felicitó a las nadadoras. Fue la introducción para justificar la omisión, “Nada más informales que, de las 10 competidoras, seis pertenecen a la Secretaría de la Defensa… tienen sus sueldos, sus viáticos, sus apoyos, pero se hablaba todo el día de ayer, que era muy meritorio, ah, pero se habían costeado su viaje porque ninguna institución les había apoyado”.
La casi felicitación y la información del presidente deben interpretarse como el reconocimiento a la omisión y falta de compromiso de su gobierno con el deporte de alto rendimiento y como el intento de poner a salvo su “imagen”.
Es un hecho que desde hace más de una década el Ejército y la Marina reclutan a los mejores deportistas mexicanos para que los representen en eventos deportivos. Los rangos militares que les asigna son de bajo nivel. Insuficientes para cubrir eventos internacionales, que debería pagar la Conade.
La nadadora Nuria Diosdado aclaró la información de López Obrador. “No, me parece que el Presidente tiene información falsa o a medias. Seis de nosotras pertenecemos a las fuerzas armadas de México y sí, tenemos un salario y beneficios como cualquier persona. Pero eso es aparte, no es invento nuestro. La realidad es que se quitaron los apoyos. El presidente se confundió o se equivocó. No recibimos dinero alguno o viáticos. Fueron más de 900 mil pesos lo que costó el viaje para las 14 personas que fuimos hasta Egipto”.
El presidente ni se confunde ni se equivoca. Lo que si hace es intentar confundirnos y distorsionar la realidad. La percepción que tenemos es cierta. No existen estímulos ni apoyos institucionales para el deporte de alto rendimiento. Este caso no es la excepción. El ciclo olímpico en 2024 será la prueba. Algunos deportistas ya entendieron que los “apoyos” del gobierno podrían no llegar y desde ahora buscan patrocinios privados que los lleven a cumplir sus metas. Las elecciones federales del siguiente año son el adversario. La “austeridad franciscana” se metió al deporte. La corrupción avanza.