La segunda oportunidad fue ‘la buena’ para el Manchester City de Josep Guardiola, que le dio su primer título de Champions League al vencer 1-0 en la Final a un Inter de Milán que resistió 60 minutos el asedio del club inglés, nuevo rey de Europa.
Las intenciones quedaron claras desde el minuto 3, cuando Erling Haaland se plantó por primera vez en el área, aunque su disparo pasó por arriba de la portería y se marcó fuera de lugar, pero era claro que el Manchester City presionaría primero al Inter.
Por la derecha también acometió Bernardo Silva, quien el minuto 5 entró con balón controlado al área, recortó hacia afuera y disparó de zurda, lejos del marco. Era un dominio absoluto del City, pero entre más tardara en hacer daño, crecería la confianza del Inter, decidido a esperar, a ser paciente.
Esa paciencia permitió al Inter mover sus fichas, cambiar el ritmo frenético del City y acercarse a la portería de Ederson, aunque sin claridad.
Volvió a aparecer Haaland en el área, en la misma zona de su primera opción, pero su disparo ahora fue al cuerpo del portero Onana, quien tuvo su primera salvada para el Inter.
El juego cambiaría radicalmente con la salida por lesión del jugador clave en la media cancha para el Manchester City, cuando Kevin de Bruyne pidió su cambio para que Phil Foden entrara en el minuto 36.
SEGUNDO TIEMPO
No cabía duda de que la salida de De Bruyne afectaría al City. El juego dejó de ser controlado por el equipo inglés.
Lautaro, de hecho, tuvo la primera gran opción del segundo tiempo, en el 58, cuando un balón retrasado confundió a la defensa y nadie fue por él, excepto Martínez, quien se plantó frente a Ederson, quien aguantó a pie firme y bloqueó su disparo dentro del área.
Pero el partido se ‘rompió’ en el minuto 67, con un pase filtrado de Akanju a la llegada por la derecha de Bernardo Silva, quien mandó centro retrasado que fue desviado, pero le cayó directo al español Rodrigo, quien disparó con potencia desde fuera del área y venció, por fin, la portería de André Onana y puso el 1-0 frente al Inter.
El Inter quiso reaccionar, pero de manera increíble falló en el área del City, cuando un remate de Dimarco se estrelló en el travesaño y luego, en el contrarremate, en la pierna de Lukaku, en el 70.
En el 77, Phoden escapó y se plantó en el área, pero su tiro no causó problemas a Onana.
Pero en el 89 fue increíble la manera en que se salvó el Manchester City, con un remate de Lukaku que atajó Ederson, pero el rebote casi se convierte en autogol, cuando Rúben Dias la golpeó con la cabeza. El tiempo se agotó y el Manchester City ganó su primera Champions League en su segunda Final, una muy sufrida.
