Max Verstappen brindó una cátedra de manejo de principio a fin para conquistar el Gran Premio de Italia por delante de los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri, que completaron el podio.
El cuatro veces campeón del mundo arrancó con fiereza y defendió la primera posición en la arrancada ante los inmediatos ataques, pero salió de la pista, por lo que le pidieron desde Red Bull que devolviera la posición a Norris, aunque no tardó en recuperarla.
A partir de ese momento el neerlandés comenzó a meter vueltas rápidas con un ritmo impresionante para poner tierra de por medio ante sus perseguidores, aunado a que desgastó los neumáticos al extremo al parar hasta la vuelta 37 para cambiar a duros y así finalizar la carrera en una estrategia de seguridad.
Max volvió en la tercera posición pero faltaba la parada de Piastri y Norris, la cual fue muy larga para el segundo, que perdió el subliderato a manos de su coequipero, aunque finalmente para lavar el error en los pits lo dejaron pasar.
La recta final fue mero trámite para que Verstappen firmara una victoria contundente en Italia con prácticamente 20 segundos de ventaja.








