Charles Coste no llegó a escuchar “La Marsellesa” cuando subió a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, pero el medallista olímpico más longevo de Francia tendrá otro momento de protagonismo cuando lleve la antorcha de París 2024.

Coste, quien cumple 100 años el jueves, ganó un oro olímpico de ciclismo en pista en la persecución por equipos con Pierre Adam, Serge Blusson y Fernand Decanali.

En su palmarés figura también el Gran Premio de las Naciones de 1949, una contrarreloj de 140 kilómetros en la que se impuso al italiano Fausto Coppi, campeón del Tour de Francia y del Giro de Italia.

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El oro de Coste está enmarcado junto a otros premios, en particular una medalla que recibió de manos del entonces presidente Vincent Auriol, en una habitación de su apartamento en los suburbios de París.

“Fue un gran honor recibir la medalla del presidente Auriol, pero la más valiosa es la medalla olímpica”, dijo Coste a Reuters.

Nacido en 1924 -la última vez que París acogió los Juegos Olímpicos de Verano-, Coste necesita un andador para desplazarse, pero su memoria está fresca. “Era un podio pequeño. Nos dieron la medalla en una caja, entonces no te la ponían al cuello”, relató.

“Luego esperamos y al cabo de un rato nos dijeron ‘no escucharéis La Marsellesa, no hemos encontrado el disco’. Nuestro objetivo, sin embargo, era conseguir la medalla de oro”.

“Fue una historia de amistad entre personas. Mi madre me contó que cuando tenía 12 años decía que sería general o campeón olímpico. En ese momento fui el más feliz de los ciclistas”, agregó.

Los Juegos, para Coste y otros, fueron un paréntesis encantado en una época en la que “aún teníamos tickets de racionamiento de comida” tras la Segunda Guerra Mundial.

“Entonces no había televisión, nuestro único objetivo era conseguir la medalla de oro. Éramos un buen equipo de camaradas y representábamos a un país que acababa de salir de cinco años de ocupación (alemana)”, dijo.

Coste va a portar la antorcha olímpica, aunque se muestra aprensivo. “Me duelen las rodillas”, señaló.

“Intentaré hacerlo. Es un gran honor. Antes no me visitaban tantos periodistas. Es un bonito regalo de cumpleaños. Quería celebrar mi centenario tranquilamente, pero no va a ser así”, añadió, refiriéndose a la celebración prevista por el Ayuntamiento de Bois-Colombes para el jueves.

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