Miguel Layún lleva mucho tiempo en las primeras planas del futbol mexicano. Primero por las críticas virales que había en la época del #TodoEsCulpaDeLayún y luego por su impresionante resurgimiento. Entre subidas y bajones, Layún se ha convertido en un jugador reconocido. Y más porque ha jugado en equipos poderosos del futbol mexicano, como lo son América y Rayados, además de su paso de cuatro años por el futbol europeo.

El lateral derecho tiene otra faceta que en los últimos años ha tomado mayor visibilidad mediática: la de emprendedor. Layún cuenta con inversiones en el ramo cafetero (tiene su propia marca) y en los eSports (videojuegos competitivos). Pero ha tenido que enfrentar momentos de mucha crueldad a nivel financiero. En entrevista con Mories Dick, el jugador recuperó algunas de las experiencias más traumáticas que ha vivido cuando se trata de dinero.

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Su primer gran tropezón se dio cuando recién llegó al América, en el 2010. Layún tenía 22 años por entonces y, según contó, por medio de un conocido una persona se le acercó para hablarle de la venta de unos terrenos en Chetumal, Quintana Roo. “Acababa de firmar con el América. (Me dijeron) ‘tenemos relación con el gobierno. Ya nos dijeron que va a haber desarrollo inmobiliario para esa zona’. Llegué y no había nada. Esta persona llegó a través de alguien a quien yo le tenía mucha confianza”. El futbolista dice que no comprobó el estado de los terrenos antes de comprarlo porque confió en la palabra del vendedor. “Yo fui educado a la antigua (creer en la palabra del otro), pero eso ya no funciona hoy. En el mundo de hoy un papel habla. Antes me proponían algo, a veces me gustaba, y entraba”.

Pero hubo otro hecho muy parecido recientemente. Previo a la pandemia (2020), un amigo de Layún le pidió 20 mil pesos prestados. No le gustaba prestar, pero lo hizo sin la esperanza de volver a ver su dinero. Como el pago fue impecable, en tiempo y forma, Layún mantuvo intacta su confianza en esa persona, pero luego recibió otra propuesta: asociarse para invertir en un restaurante, supuestamente propiedad de esa persona. Aceptó y durante un tiempo recibía sus pagos con todo y utilidades, pero el cierre de negocios por la pandemia, durante 2020, reveló la verdad. “Todo era una estafa, era un teatro. Las acciones estaban a nombre de otra persona, no era de él. Vendía la idea que era de él, pero no lo era”. Layún dijo no saber si el dinero se invertía en el negocio. “No quise investigar. Le dije: ‘no quiero demandas, no quiero temas’. Pero no vas a quedarte con el patrimonio de mi familia”. Layún perdió 1 millón y medio de pesos de su inversión total.

El exjugador del Porto también criticó la postura que muchos futbolistas tienen para invertir dinero, pues sostiene que, como le pasó a él, es muy común que los jugadores acepten propuestas de cualquier persona que se les acerque, aunque no tenga un beneficio claro. Puso como ejemplo a compañeros suyos que tienen dinero invertido en seguros de vida, pero que ese dinero no crece (y esa es la idea que les venden cuando se acercan a ellos). “Seria lo mismo tenerlo en el banco pero necesitas la disciplina para no gastarlo. No te están haciendo ganar”.

Layún, en la misma entrevista, reveló cuáles pueden ser los sueldos de los futbolistas a nivel profesional en México: desde 3 o 4 millones de pesos al mes para las ‘estrellas’, y unos 20 0 30 mil pesos mensuales para los jugadores que apenas empiezan. Ese sueldo es muy grande para las personas ajenas al futbol (en México, solo 2 de cada 10 personas gana más de 20 mil pesos al mes, según Acción Ciudadana Contra la Pobreza), pero como queda claro con el testimonio, lo más normal en el futbol es que los salarios aumenten exponencialmente a medida que un jugador gana nombre.

El aprendizaje de Layún ha sido amplio, porque al día de hoy, además de tener estabilidad en sus inversiones, sabe identificar las ofertas buenas de las malas. “Te llega de todo. Que invierte en aviones privados, en tiempos compartidos… o sea, perdón, pero puras jaladas”.

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