Andreas Brehme, el autor del gol de penal que le dio la victoria a Alemania en la final del Mundial de 1990 contra Argentina, murió a los 63 años de un paro cardíaco. “Con profunda tristeza anuncio en nombre de la familia que mi compañero falleció de forma repentina e inesperada durante la noche”, fue el mensaje que publicó su pareja, Susanne Schaefer, para comunicar la noticia.

“Les pedimos que respeten nuestra intimidad en este difícil momento y se abstengan de hacer preguntas”, agrega el comunicado de la esposa del futbolista para comunicar el deceso de Brehme.

El lateral, que vistió la camiseta de Alemania en 86 oportunidades, quedó marcado en la historia internacional luego de patear el penal que le dio a la selección germana su tercer título mundial en la final disputada en el Estadio Olímpico de Roma, en 1990, cuando faltaban pocos minutos para el desenlace del encuentro.

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La muerte de Brehme se produce pocas semanas después de la del ícono del fútbol alemán Franz Beckenbauer, que entrenó a la selección en los Mundiales de 1986 y 1990, tras ganarla la copa como jugador en 1974.

Brehme, que nació en Hamburgo, disputó tres mundiales, entre ellos el que tuvo lugar en 1986 en México y que consagró campeón a la Argentina frente a, justamente, Alemania. 

Surgido del humilde Saarbrücken, desarrolló una gran carrera en el Kaiserlautern, donde actuó entre 1981 y 1986, antes de pasar a Bayern Munich. Tras dos años en el gigante de la Bundesliga, llegó la época de mayor trascendencia. 

En 1988 fue comprado por Inter, en el momento de mayor auge del fútbol italiano. Junto con sus compatriotas Jurgen Klinsmann y Lothar Matthäus, ganó la Serie A en 1989 y la Copa de la UEFA en 1991. 

Una época del calcio en la que solo se permitían tres extranjeros por equipo, y en la que el Inter de los alemanes rivalizaba con el Milan de los neerlandeses (Gullit, Rijkaard y Van Basten) y el Napoli (con Maradona y los brasileños Careca y Alemao).

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