La participación de Japón en el Mundial de Qatar 2022 impactó de gran forma a sus aficionados. Aunque el fútbol es un deporte relativamente novedoso para el país del Sol Naciente, es un hecho que las gestas de sus muchachos en suelo catarí los emocionaron como nunca antes. No era para menos: vencieron a dos campeones del Mundo en la primera ronda y llevaron a los penales a la actual subcampeona.

En muestra de agradecimiento, la delegación japonesa que viajó al Mundial fue recibida por una multitud eufórica en el Aeropuerto Internacional de Narita, el oeste de Japón. Los jugadores y el director técnico Hajime Moriyasu recibieron ovaciones, aplausos y regalos, como ramos de flores, para honrar su destacada participación. A diferencia de lo que otros países han hecho en casos similares, los hinchas japoneses valoraron la actuación de su seleccionado y no dudaron de dejarlo claro presencialmente. No ha podido ser más emotiva la historia de los nipones en este capitulo de un libro que apenas empieza a escribirse. Y lo mejor está por venir para ellos.

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A la par de cautivar dentro del terreno de juego con su fútbol eléctrico y atrevido, Japón también reafirmó su lugar en el corazón de millones de aficionados de otros países. Su comportamiento ejemplar mereció todos los elogios posibles. Desde los aficionados que dejaron limpios los estadios que visitaron, pasando por la educación de los jugadores al ordenar los vestidores que ocuparon, hasta el noble gesto del director técnico al despedirse de su afición y agradecerles por el apoyo a lo largo de la justa.

Todo es recíproco entre una nación acostumbrada al progreso colectivo. Ellos, los jugadores, han llenado de orgullo a su país —y lo seguirán haciendo, pues tienen trazado un plan para evolucionar continuamente en el futbol—. Y los fans se han entregado a un equipo en el que se ven representados dignamente. No ha podido ser en esta ocasión, porque se han topado con una Croacia histórica, pero las bases están más que puestas para los siguientes Mundiales. No sólo han conmovido a su propio país, lo cual ya es titánico, también han dejado un grato recuerdo entre la afición de todo el mundo que, de ahora en delante, no volverá a ver a Japón del mismo modo. Ya han demostrado que pueden ganarle a quien sea y en cualquier contexto.

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