Ante las dificultades que ha enfrentado Xavi Hernández al frente del Barcelona, mucho se ha especulado sobre un cambio en la dirección técnica del club y quizás el nombre más mencionadosea el del mexicano Rafael Márquez, quien actualmente está a cargo del Barcelona Atlétic.
Márquez es una opción lógica para dirigir al club dado su historia en el equipo y relación actual con la administración blaugrana. Aún así, dirigir a un club de la talla del Barcelona es un reto para cualquiera, más aún si se trata de alguien con poca experiencia. Estos son los pros y contras de una posible contratación del mexicano.
Los motivos para contratarlo
Márquez conoce la cultura Culé
Como parte importante del Barcelona durante la primera parte de los años de gloria del club, Márquez sabe cuáles son las expectativas para el cuadro catalán y ha tenido que lidiar con esa presión desde que era jugador. Si bien el Barca siempre ha sido un club grande en España, la realidad es que fue a raíz de su época de gloria en las pasadas dos décadas que el club finalmente fue visto a la par del Real Madrid.
El zamorano conquistó 4 ligas y 2 Champions League en el equipo catalán y fue parte justamente de ese surgimiento del club. También ha demostrado sus dotes de líder, como capitán en varios equipos, incluyendo del Barcelona en ocasiones, y en la Selección Mexicana, un cargo que también genera presión.
Además, el “Kaiser” podría emular lo hecho por Zinedine Zidane en el Madrid: un ex jugador que viene a cambiar la mentalidad en un proceso de reestructuración futbolística.
Hernández y Márquez, continuidad en el proceso
Xavi y Márquez no han trabajado juntos la dirección técnica del equipo, pero sus conceptos futbolísticos son similares. El Barcelona estableció un estilo que se convirtió en la base de la Selección Española en la década de los 2000, y que fue tan particular que ningún equipo o selección ha podido replicarlo realmente.
Bajo esa idea futbolística, al menos en su aspecto más elemental, ambos técnicos han modelado a los cuadros que dirigen. Ambos futbolistas no solo compartieron el campo sino que el mexicano ha mencionado que el entendimiento de Xavi sobre lo sucedido en el campo es algo que admiraba desde que jugaban juntos.
En el papel, el simple hecho de dirigir al Barcelona Athletic pondría a Márquez como máximo favorito para conseguir el puesto en cuanto termine el proceso de Hernandez. Sin embargo, el ex defensor también ha respondido de buena manera con el Barcelona B. Cabe recordar que se trata de un semillero, no necesariamente un equipo destinado a pelear por los primeros lugares.
Aún así, Márquez tiene al club en el quinto puesto del Grupo 1 de la Primera Federación, con 27 puntos en 16 partidos. La temporada pasada, el club finalizó en la cuarta posición del Grupo 2, mejorando notablemente el desempeño del equipo con relación a la campaña 2021-2022, el año previo al arribo del michoacano.
A pesar de lo bien que lo ha hecho en el Barca B, no es lo mismo dirigir en ligas inferiores que en una competencia tan dura como La Liga. Márquez no tiene más experiencia dirigiendo en el futbol profesional, y aunque fue un líder dentro del campo, eso no siempre se traduce al éxito en el banquillo.
Dirigir a clubes como el Barca, en contraste con el Barcelona Athletic, es lidiar con algunos de los mejores jugadores del mundo, lo que implica tener que manejar egos y mantener motivados a futbolistas en al menos tres competencias distintas. Márquez tiene experiencia en este aspecto en el vestidor, pero es un reto pasar de ser parte del plantel a dirigir al mismo.
Como le ha sucedido a Xavi Hernández y otros técnicos que no llegaron ni a los 60 partidos como Sergi Barjuán, Quique Setién e incluso al “Tata” Gerardo Martino, clubes como el Barcelona tienen poca paciencia si no se dan los resultados pronto y en diferentes competencias. Con el título como única expectativa en cada torneo, los directores técnicos tienen poco tiempo para empezar a generar su impacto o se encienden las alarmas.
No es necesariamente que Rafa no pueda cumplir con esto, sino que con el poco tiempo que lleva como técnico, enfrentaría un tipo de presión que ni siquiera pudo sentir como jugador. Al final, cuando un equipo no camina bien, es más común ver un cambio de técnico que una serie de movimientos en cuanto a jugadores. La inexperiencia en un plantel cargado de estrellas, con tres competencias distintas a la vez y la necesidad de hacer ruido en todas no es una losa ligera.
Un problema para todos los entrenadores jóvenes o aquellos vistos como externos, siempre será la presión de nombres con mayor perfil que podrían ser tomados en cuenta para el puesto. Barcelona suele buscar a entrenadores con un perfil más bajo, lo cual juega a favor del michoacano.
Sin embargo, con el club en una mini crisis en competencias europeas recientemente, podrían cambiar de parecer y buscar un movimiento más profundo con un entrenador con mayor renombre, lo que sería una presión extra constante en caso de ubicarse en el banquillo catalán.