Todos conocen la historia de Randy Arozarena. Nació en Pinar del Río, en Cuba, en 1995. En 2016, llegó en una balsa a México y comenzó a jugar béisbol, primero en Mérida y posteriormente con los Toros de Tijuana, al igual que para los Mayos de Navojoa de la Liga Mexicana del Pacífico.

Ese mismo año, en 2016, firmó su primer contrato de Ligas Mayores, con los St. Louis Cardinals. Su debut llegó hasta 2017, aunque en las Menores. El 14 ese agosto de 2019 debutó en la Gran Carpa y el resto es historia. En a la Postemporada de 2020, donde lideró a los Tampa Bay Rays a la Serie Mundial, estableció una marca histórica en la MLB con 10 Home Runs en una misma edición de Playoffs. En 2021, ganó el premio de Novato del Año y recietnemte fue la gran estrella de México en su mejor participación en el Clásico Mundial de Béisbol, donde la Selección Nacional llegó hasta las semifinales.

Sin embargo, los inicios de Arozarena en el mundo del béisbol fueron bastante complicados, pues a los 19 años, en Cuba, donde jugó para los Vegueros de Pinar del Río, ganaba solamente cuatro dólares al mes. En este 2023, ganará la mayor cantidad de su carrera en una temporada en las Mayores: 4.5 millones de dólares.

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Este será el primer año de arbitraje para Arozarena, que desde 2019, ganaba el sueldo mínimo por temporada en la MLB, es decir, poco más de medio millón de dólares al año. Con apenas 28 años y el enorme potencial que ya ha demostrado, podría firmar un multimillonario contrato en la siguiente temporada baja de las Ligas Mayores.

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