Rodeado de una espesa bruma de interrogantes por saber el tipo de pitcher al que los Yankees de Nueva York le entregaron un contrato de 162 millones de dólares, Carlos Rodón pudo silenciar, al menos por el momento, algunas de las más feroces voces críticas al maniatar durante cinco innings y dos tercios a la poderosa ofensiva de los Mets.

Menos de 24 horas después de que los Mets vencieron 9-3 a los Yankees, Rodón se encargó de darle el empuje a su novena para emparejar la rivalidad anual de la Subway Series. Rodón aceptó cuatro hits y una carrera con cuatro ponches.

El zurdo llegó a Yankee Stadium precedido de tres salidas desafortunadas que incluyeron derrotas en cada una de ellas. Rodón consiguió su primer triunfo con la franela a rayas. Diversas lesiones provocaron que Carlos se presentara hasta casi la mitad de la campaña.

Fue una salida alentadora para Rodón, que en la temporada baja se convirtió junto con Aaron Judge en las grandes contrataciones de los Yankees.

Harrison Bader puso la chispa a la artillería de los Bombarderos del Bronx al conectar tres hits y anotar en un par de ocasiones.

Clay Holmes trabajó el noveno para su 14to salvamento en 17 oportunidades.

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