Sebastián Jurado comenzó su carrera como profesional en el 2018 en el Veracruz. Su año de aparente consolidación fue el siguiente, cuando quitó el puesto titular al seleccionado peruano Pedro Gallese. Sin embargo, durante esa etapa ya era latente que Jurado tenía errores básicos para un portero de Primera División: constantemente concedía rebotes, su colocación era cuestionable y no transmitía la seguridad necesaria para que sus defensores, y todo el equipo, confiaran en él, en que tenían un portero sólido.

Hubo goleadas penosas en su último torneo, Apertura 2019, con los Tiburones Rojos, como aquel 9-2 propinado por el Pachuca. Pero, al mismo tiempo, existía un argumento muy a la mano para exculpar al joven arquero de aquellos bochornos: la culpa la tenían los defensas.

Estaba claro que Veracruz era un equipo débil en todos los aspectos, totalmente condenado deportiva y financieramente (fueron desafiliados al termino de aquella temporada), pero no había manera de quitarle responsabilidad al portero, aunque fuera un joven con el camino recién empezado.

Aquel cobijo mediático del que gozó ahora condena sus pasos. Tras aquella temporada para el olvido, Jurado partió al Cruz Azul sin costo alguno (todo el plantel del Veracruz quedó liberado de su contrato). Su destino parecía ideal, al menos en teoría.

No se esperaba que pudiera ser titular de inmediato, porque enfrente iba a tener a José de Jesús Corona, un referente nacional del arco y capitán de La Maquina. Eso parecía perfecto: Corona podría enseñarle mucho mientras Jurado se preparaba para la natural sucesión —además el entrenador de porteros era Óscar Conejo Pérez, otro maestro—.

Pero el tiempo pasó y Jurado no encontró sitio en el equipo, muchas veces limitado a jugar con la categoría sub-20. Y Corona no dio su brazo a torcer. Al principio parecía terquedad, pero en 2021 Corona tuvo un año magnífico. A sus 40 años, en ese momento, el veterano arquero fue clave para conseguir el ansiado título de Liga MX.

La Novena, como se le conoció a la gesta celeste, le dio gasolina a Corona para seguir en Cruz Azul por dos años más —ya en el último tramo alternando la titularidad o en la banca—. Finalmente, su ciclo terminó para el presente torneo y la puerta quedó abierta para Jurado, que disputa la titularidad con Andrés Gudiño. Pero la oportunidad, como todas las que le dieron durante la Era Corona, ha sido desaprovechada.

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