Sin duda es atractivo hablar de las cosas que hacen los ricos y cómo le hicieron para acumular su riqueza. Algunos puntos pueden ser obvios, otros no tanto. Hagamos un repaso de lo que podría llevarte al camino del éxito también. 

No venden su tiempo por un salario

Si bien para la mayoría de las personas los ingresos son proporcionales al número de horas o días trabajados, para los ricos las cosas funcionan de forma distinta. Ellos más bien se enfocan en generar valor, lo cual no está sujeto a límites de tiempo.

Quienes acumulan una riqueza considerable rara vez dependen de un sueldo. Sus ingresos no reflejan el tiempo invertido, sino el valor creado. Se enfocan en construir activos (negocios, inversiones o propiedades intelectuales) que generen ingresos a lo largo del tiempo.

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Considera el ejemplo de un autor exitoso. El tiempo invertido en escribir un libro es sustancial, pero una vez que se publica y vende copias, el autor gana regalías de forma pasiva, pues ya no intercambia directamente su tiempo por cada venta. Este es el poder de la creación de valor sobre el tiempo de venta: permite que la riqueza crezca exponencialmente en lugar de forma lineal. 

Este concepto se extiende también a las inversiones. Las personas ricas invierten su dinero en acciones, bienes raíces u otras empresas que pueden generar rendimientos muy superiores a la inversión inicial. Dejan que su dinero trabaje para ellos, proporcionando un flujo continuo de ingresos que no está limitado por sus horas de trabajo.

No carecen de ahorros

La trampa de vivir al día sin ahorros puede conducir a malas decisiones cuando se presentan las emergencias. No tener un colchón de dinero a menudo termina creando y perpetuando un ciclo de pobreza. 

No paran de evolucionar

Alguien con una mentalidad fija cree que sus habilidades, talento e inteligencia actuales son fijos y que siempre será así; no trata de mejorar o crecer tanto a nivel personal, como profesional y económico.

Las mentalidades fijas creen que las personas nacen con estrella, predestinadas al éxito. No consideran el esfuerzo, la innovación, los aciertos e incluso los fracasos como consecuencia de una serie de acciones, planes y estrategias puestas en marcha. 

No ven el dinero como posesión, sino como una herramienta

Si bien hay que ser responsables y proteger nuestros recursos, exagerar puede llevarnos al efecto contrario. Demasiada protección del dinero se convierte en miedo. Hay ideas de ingresos pasivos que todos podemos aplicar. Pero estos requieren tiempo, paciencia, dedicación y trabajo. Llevando a cabo ciertas acciones, todos podemos acumular riqueza. 

No viven más allá de sus posibilidades

Gastar todo el dinero que ganas eventualmente te hará pobre sin importar tu nivel de ingresos. Para volverte más rico, necesitas utilizar tu capital para comprar o crear activos que generen flujo de caja y un patrimonio a largo plazo. 

La gente que tiende a acumular riqueza reconoce el tiempo como su activo más valioso, finito e insustituible. Por ello delegan tareas fuera de su experiencia y ahorran tiempo para actividades de alto valor. 

La frugalidad juega un papel importante en la creación de su dinero. No se trata solo de acumularlo sino de la asignación inteligente de recursos.

No dicen que sí a cualquier oportunidad

Decir ‘no’ a las buenas oportunidades permite que los ricos se concentren en las mejores. Aprecian el poder de la priorización, una estrategia que ahorra tiempo y obtiene mayores recompensas.

No toman riesgos poco inteligentes

Si bien los ricos no son reacios a los riesgos, calculan cada movimiento meticulosamente. Saben que las decisiones precipitadas pueden conducir a pérdidas significativas. Por lo tanto, equilibran su lado aventurero y agresivo con una deliberación reflexiva.

Tomar riesgos agresivos e inteligentes puede hacerte rico, pero la gestión inteligente de riesgos defensivos puede mantenerte rico.

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