El nuevo aeropuerto internacional Felipe Ángeles (AIFA) de la capital mexicana, inaugurado el 21 de marzo del 2022, moviliza apenas 3% de los pasajeros que utilizan la vieja terminal, Benito Juárez, según cifras oficiales.

A 10 meses de iniciar sus operaciones, la nueva instalación edificada junto a una antigua base aérea militar movilizó 8,762 pasajeros nacionales e internacionales, que contrastan con los más de 40 millones del antiguo.

El aeropuerto Felipe Ángeles sólo opera vuelos comerciales locales a estados como Quintana Roo, Jalisco y e Baja California, aunque ha comenzado a realizar también algunos de tipo internacional, pero muy escasos.

El especialista en aviación Fernando Gómez estima que el AIFA debería mover entre 20 y 30% del volumen que atiende el Benito Juárez.

A pesar del aumento paulatino de sus operaciones, “no ha avanzado más rápido porque no es una terminal que haya inaugurado una nueva ruta sino que complementa a un aeropuerto que ya existe”, dijo.

Los expertos consideran que la mayor parte de los usuarios de viajes aéreos hacia o desde la capital se rehúsan a emplear el nuevo aeropuerto por la falta de vías terrestres de comunicación eficientes, que obligan a realizar recorridos muy largos y complicados por tierra antes de volar o al regresar de un viaje. 

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