Salvador Guerrero Chiprés*
A Mario Alberto y María Angélica no les alcanzará la vida para pagar por la estafa cometida.
Ambos fueron sentenciados a más de mil 100 años de prisión por defraudar a 244 personas de Tenancingo, Estado de México, con uno de los esquemas de mayor riesgo si no se toman las medidas de prevención necesarias: las cajas de ahorro.
La estrategia es, en apariencia muy simple: una invitación a invertir o ahorrar en mecanismos independientes a la banca tradiciones, con la oferta de rendimientos superiores.
En la historia de los fraudes, tanto en el mundo como en México, hay varios ejemplos. Hace ya más de 100 años, Charles Ponzi –de quien se tomó el nombre para hacer referencia al esquema Ponzi de fraudes piramidales– estafó a más de 10 mil residentes de Nueva Inglaterra, al ofrecerles invertir en un negocio con “buenos” rendimientos.
Se trataba de estafa piramidal consistente en pagar los intereses de una inversión con el dinero de los inversores más recientes, como si las ganancias provinieran de actividades comerciales legítimas y exitosas. Un esquema piramidal ahora sancionado en el Código Penal.
Bajo esa estrategia, por ejemplo, operaba Aras Business Group, una empresa mexicana que captaba inversionistas bajo la promesa de altos rendimientos a través de inversiones en sectores como bienes raíces, minería, energías renovables, y criptomonedas. Aunque se abrieron investigaciones contra los directivos y giraron órdenes de aprehensión, muchos inversionistas no recuperaron su dinero.
Conocer el funcionamiento de los esquemas de ahorro es primordial. Promesas de rendimientos garantizados por encima del promedio del mercado, la falta de información clara sobre el destino de los recursos y la presión para ingresar rápidamente suelen ser señales de alerta.
Los defraudadores aprovechan la necesidad de las personas por ahorrar y ver dividendos rápidos, la falta de acceso al sistema bancarizado –generalmente por desconocimiento de las opciones–, así como la expectativa de ganancias superiores.
De acuerdo con el Inegi, más de la mitad de la población mayor de edad ahorra de manera informal, ya sea en tandas, cajas de ahorro o guarda el dinero en su casa.
Ahorrar de manera segura se logra al adoptar un enfoque preventivo. Confiar solo en instituciones reguladas y supervisadas por las autoridades financieras es una medida clave para evitar fraudes que puedan comprometer las finanzas personales.
De esa forma podemos evadir a los Ponzi a la mexicana.
Contacto:
Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
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