La implementación de la carta porte será obligatoria a partir del próximo 1 de enero de 2022 para todas las empresas que transportan mercancías en México; sin embargo, su adopción ha sido lenta debido a la gran cantidad de requisitos que solicita el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Beatriz Marcelino, presidenta de Grupo Ciita, empresa especializada en el sector energético, calcula que solo el 50 por ciento de los transportistas de hidrocarburos han cumplido con todos los requisitos que pide el SAT, ya que hay empresas a las que les falta el software, timbres, conexión o tecnologías específicas.
“Anteriormente, la carta porte era solo una papeleta en la que describías qué mercancías llevabas y la cantidad. Ahora, con el nuevo requisito, la carta porte será digital y timbrada por el mismo SAT, para ver exactamente qué y cuánta mercancía llevas, así como ciertos datos del conductor y la empresa transportista”, dijo.
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Aunque la especialista consideró que la medida de la carta porte es vista con buenos ojos por parte del sector de hidrocarburos, las empresas involucradas consideran que se necesita más tiempo antes de comenzar a imponer multas, ya que llevará un tiempo adaptarse a las nuevas disposiciones.
“El SAT debería pensar en una prórroga para que los transportistas puedan tener bien actualizadas sus tecnologías, ya que si llegan a fallar en algún requisito, puede haber hasta sanciones penales, pues las autoridades los pueden acusar de contrabando o tráfico de hidrocarburos”, indicó.
Para Ignacio Casas Fraire, experto en logística internacional, el complemento carta porte exige 180 datos que pueden vulnerar la seguridad de las personas, unidades y mercancías.
“En la propia dinámica de los movimientos logísticos surgen cambios operativos, de ruta, cambios de choferes, de tractores… La nueva carta porte exige que a cada movimiento de ese tipo se debe cancelar la carta porte y generar una nueva. Contiene más de 180 datos como fracción arancelaria si es de importación o exportación, nodos de las rutas, descripción de la mercancía, unidad de medida, valor…, que dificulta su llenado”, indicó.
Agregó que el nuevo documento también exige declarar los datos personales del operador, como RFC, licencia, domicilio, entre otros, lo que podría vulnerar la seguridad de las personas, de las unidades y de la mercancía por el ambiente de inseguridad que se vive en la industria del transporte.
“La preocupación del gremio es porque si la delincuencia de por sí afecta a los comerciantes y al gremio del transporte, ahora con la información que estará más disponible mediante un código QR que cualquier dispositivo móvil podrá leer, serán más susceptibles de robos”, externó.
El SAT busca recaudar 150 millones de pesos anuales mediante la implementación de la carta porte, con la que buscan meter a la formalidad a muchas empresas que operan bajo las sombras.