El programa de reducción de costos previsto por Volkswagen es inevitable para remediar “décadas de problemas estructurales” en el fabricante alemán de automóviles, declaró el presidente ejecutivo de la compañía, Oliver Blume, en una entrevista publicada el domingo.
“La débil demanda del mercado en Europa y los beneficios significativamente más bajos de China revelan décadas de problemas estructurales en VW”, dijo Blume al periódico dominical Bild am Sonntag.
La jefa del comité de empresa de Volkswagen dijo el lunes que el fabricante de automóviles planea cerrar al menos tres fábricas en Alemania, despedir a decenas de miles de empleados y reducir sus plantas restantes en la mayor economía de Europa, en el marco de una revisión más profunda de lo esperado.
La automotriz no ha confirmado estos planes, pero pidió el miércoles a sus trabajadores que acepten un recorte salarial del 10%, argumentando que es la única forma de que el mayor fabricante de autos de Europa pueda salvar puestos de trabajo y seguir siendo competitivo.
Blume dijo al Bild am Sonntag que el costo de operar en Alemania es un lastre importante para la competitividad de Volkswagen, por lo que “nuestros costos deben reducirse de forma masiva”.
No hay flexibilidad en los objetivos de reducción de costos, sólo en la forma de alcanzarlos, señaló.
La compañía ha reservado unos 900 millones de euros (975.06 millones de dólares) en su informe anual para ejecutar las medidas, según el periódico.