Gestores de activos de Wall Street dudan que la inflación en EE.UU. disminuya al 2%, el objetivo de la Reserva Federal para el próximo año, informa Bloomberg.
El gestor de inversiones VanEck vaticinó que el índice estará al nivel de entre el 3 y el 5%, aunque EE.UU. caiga en recesión. “Pasará por picos y valles”, dijo David Schassler, jefe de soluciones de inversión cuantitativas en VanEck. Añadió que la inflación “rebotará como lo ha hecho en el pasado” por los altos precios energéticos y la recuperación económica, pero destacó que una posible recesión puede desacelerarla.
Jason Bloom, director de macroestrategia global de fondos cotizados de otro gestor de inversiones, Invesco, señaló que la inflación en EE.UU. seguirá siendo alta por los gastos masivos en infraestructura y las medidas de adoptar alternativas a los combustibles fósiles. En este contexto, aconsejó a los inversores comprar bonos del Tesoro de corta duración.
“No hemos visto un montón de evidencias de que la inflación irá a dónde la Fed quiere que vaya, lo que obviamente significa que necesitarían cambiar su pronóstico y posiblemente seguir subiendo [la principal tasa de interés]”, subrayó Stuart Kaiser, jefe de estrategia de operaciones bursátiles en EE.UU. del banco Citigroup. Afirmó también que el mercado de acciones será capaz de crecer, aunque la inflación siga siendo elevada, hasta que el índice tome un giro más agudo. En general, economistas del banco esperan que la inflación sea más alta que el objetivo de la Reserva Federal.
Al mismo tiempo, Liz Young, directora de estrategia de inversiones en la compañía de finanzas personales SoFi, aseveró que una recesión puede causar la caída de la inflación al 2% o más, al menos durante algún tiempo. No obstante, dijo que el camino hacia la desaceleración de la inflación será brutal. Según Young, “existe una probabilidad más alta” de que “la inflación simplemente baje y salgamos ilesos”.