La dismorfia del dinero es un problema que se ha detectado entre personas que poseen un gran poder adquisitivo, así como en las generaciones Millennnial y Z.  Se trata de un fenómeno que experimentan personas con una visión distorsionada o insegura de su situación financiera sin importar cómo realmente es. Para los ricos, una gran cuenta bancaria suele ser insuficiente; para los jóvenes, estar rodeados de imágenes que sugieren un estilo de vida glamuroso, les genera presión por estar a la par. 

Las consecuencias de tener esa perspectiva deformada de sus finanzas incluyen la toma de malas decisiones, desinformadas o basadas en información errónea.

Si bien ese sentimiento de inseguridad en torno a nuestra situación financiera, como Millennials o parte de la Generación Z, surge de un contexto socioeconómico adverso que nadie puede negar; los especialistas sugieren recordar que esta no es la primera vez que sucede algo así. En el pasado, nuestros abuelos y padres vivieron sus propias etapas de crisis social, económica y política. La diferencia, es el rol que tienen hoy las redes sociales para exacerbar este malestar financiero entre las personas. 

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Aunque la dismorfia del dinero es un sentimiento de inseguridad en torno a la situación financiera personal, incluso cuando el verdadero panorama revela que no hay motivos de preocupación, las generaciones más jóvenes experimentan esta distorsión de la realidad dada su enorme exposición a las redes sociales donde se cree que todo lo que brilla es oro. Pero ojo: “riquezas” vemos, nivel de endeudamiento no sabemos.

Muchos jóvenes desean ser tan ricos como sus estrellas favoritas y, en la persecución de ese estilo de vida, modifican sus hábitos (gastando dinero que no tienen y endeudándose a niveles que no pueden pagar) tratando de tener una vida que coincida con la vida de los que les rodean.

No acceder a una visión honesta de las finanzas personales de los famosos, incluso de tu vecino o cualquier persona que te topes en la calle y que parezca tener una mejor situación económica que la tuya, hace que tu mente se compare, se frustre e incluso se desanime. 

Los especialistas sugieren que para combatir la dismorfia del dinero pruebes lo siguiente: 

  • Procura ser realista con tu situación y evita compararte con los demás: uno de los primeros pasos para convertirte en una persona con riquezas es aceptar y trabajar la dismorfia del dinero.
  • No creas todo lo que ves en internet: si te genera ansiedad financiera ver las experiencias de los demás, aléjate de esa fuente de estrés y empieza a trabajar en cosas que te brinden tranquilidad…esa es una tarea grande per se, pero los beneficios serán mayúsculos y exclusivamente para ti. Trabaja en tu propio plan de finanzas, uno que te permita deshacerte de deudas y empezar a ahorrar para lograr metas más importantes cada vez.
  • Sé consciente de que requieres trabajo y paciencia: es más dicífil superar una situación económica inestable si desconoces dónde estás parado (a) ahora (cuánto dinero, ahorro, gastos hormiga, gastos fijos, gastos variables y deudas tienes). Tener claros esos números, te dará luz para encontrar el camino a seguir. 
  • Establece objetivos y trabaja en ellos: si bien es importante tener objetivos financieros, también es fundamental crear un plan para llegar a ellos; cualquiera puede querer ser rico, pero requerirá grandes pasos construir esa riqueza…y no todos estarán dispuestos. En lugar de vivir en un estado constante de inquietud, aterriza en papel el cálculo del dinero que necesitas para saldar tus deudas, ahorrar para alguna meta importante para ti y salir del círculo de vivir al día. La idea es que pongas número y fecha a las cosas que quieres alcanzar.

Se dice que la dismorifa del dinero no tiene una cura, se puede presentar una y otra vez a lo largo de la vida sin que eso signifique una sentencia para ti. Procura tener todo tipo de herramientas al alcance para superarla: una red de apoyo con familiares y amigos que comprendan y apoyen tu crecimiento personal/económico, busca la asesoría de un profesional en finanzas, lee en internet todo lo que puedas aprender de finanzas personales (en sitios confiables, nada de influencers que prometen riqueza exprés) y, sobre todo, no prestes atención a las redes sociales cuando eso active tu estrés financiero. 

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