La directora gerente del Fondo Monetario Internacional dijo a Reuters que China es demasiado grande para seguir dependiendo de las exportaciones para impulsar su economía y que enfrenta un crecimiento peligrosamente más lento a menos que cambie hacia un modelo económico impulsado por el consumo.
Kristalina Georgieva declaró el jueves a Reuters en una entrevista que el crecimiento de China podría caer por debajo del 4% a mediano plazo si se mantiene como actualmente, un nivel “que va a ser muy difícil para China. Va a ser muy difícil desde el punto de vista social”.
Antes de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, en las que las crecientes tensiones comerciales por una gran avalancha de exportaciones chinas serán un tema candente, Georgieva dijo que los estudios del FMI muestran que el gigante asiático podría crecer a un ritmo significativamente mayor si hace cambios para dar a sus consumidores la confianza necesaria para gastar más.
“China está en la bifurcación del camino. Si siguen con su modelo actual, que es el crecimiento impulsado por las exportaciones, habría problemas, ¿por qué? Porque la economía china ha crecido hasta un punto en el que las exportaciones ya no son un factor menor en el comercio mundial”, explicó.
Beijing ya no puede “confiar en algún milagro que mantenga un modelo basado en las exportaciones como un vehículo viable”, añadió Georgieva.
La funcionaria afirmó que el reciente anuncio de China de planes de estímulo fiscal iba “en la buena dirección”, con el objetivo de reavivar la confianza de los consumidores, destrozada por una crisis inmobiliaria de años.
La falta de demanda interna ha desviado más producción manufacturera china hacia la exportación, lo que ha llevado a Estados Unidos, Europa y otros países a elevar las barreras arancelarias para proteger a sus trabajadores y empresas en sectores como el de los vehículos eléctricos.
El candidato presidencial republicano Donald Trump ha prometido imponer aranceles del 60% o más a las importaciones procedentes de China y del 10% a las de otros países.
Georgieva dijo que el FMI sigue evaluando hasta dónde llegarían las últimas medidas chinas, pero añadió que se necesitan reformas más profundas para convertir la economía china en una economía liderada por el consumo.
Entre ellas figuran la reforma de las pensiones, la creación de una red de seguridad social que reduzca la necesidad de un ahorro preventivo masivo y la inversión en sectores subdesarrollados de la economía, como la sanidad y la educación.
Al ser consultada por los comentarios de un funcionario del Tesoro de Estados Unidos respecto a que el FMI es “demasiado cortés” a la hora de presionar a China en materia de política industrial y política cambiaria, Georgieva discrepó, afirmando que el Fondo lleva mucho tiempo pidiendo reformas de las subvenciones y la necesidad de equiparar las empresas estatales y las privadas.
“Siempre hemos dicho las cosas como las vemos”, añadió Georgieva.