La violencia desatada en Oriente Medio puede ir mucho más allá de Israel y su entorno próximo y afectar a la economía mundial, estiman en el periódico Politico. Ante todo, podría provocar sanciones estadounidenses más duras contra Irán y “desencarrilar los esfuerzos” para normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudita.

En ambas situaciones, pronostican en el medio, el efecto clave sería que los precios de petróleo, ya bastante altos, se disparen aún más.

Según detalla el medio, el valor del crudo comenzó a subir tan pronto como los mercados reanudaron sus operaciones el domingo por la noche, mientras que el índice de referencia mundial (la mezcla británica Brent) subió rápidamente un 5 %, a casi 89 dólares el barril. Los analistas consultados indicaron el punto de referencia simbólico de 100 dólares el barril como un efecto probable del endurecimiento de las sanciones antiiraníes.

Es posible que los precios aumenten “no tanto porque el conflicto afecte el suministro de petróleo en este momento, sino por temor a que el conflicto pueda atraer a otros actores como Irán, que ha estado apoyando a Hamás”, valoró el experto Andy Lipow, jefe del Departamento de Energía en la consultoría Lipow Oil Associates.

La Administración Biden es presionada desde el Congreso para que tome medidas drásticas contra Teherán. “Estos ataques refuerzan la necesidad de una política más agresiva” con respecto a Irán y sus gobernantes, insistió el sábado el senador Jim Risch, el principal republicano en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

Politico recoge a continuación los datos recabados por el periódico The Wall Street Journal sobre las eventuales consecuencias del ataque de Hamás en relación con los suministros de petróleo por parte de Arabia Saudita. El diario neoyorquino informó el viernes pasado, basándose en fuentes anónimas, que los líderes sauditas habían asumido recientemente el compromiso de aumentar su producción petrolera a principios del año 2024 para fomentar en EE.UU. el apoyo público a un futuro acuerdo que incluiría el reconocimiento del Estado de Israel.

Las perspectivas de una distensión entre el mundo árabe e Israel se han vuelto más complicadas ahora. La respuesta de Riad con respecto a los ataques de Hamás no se tradujo en un apoyo total a las medidas de represalia. Así, en una llamada telefónica al presidente de Palestina, Mahmud Abbás, el príncipe heredero y primer ministro saudita, Mohammed bin Salmán, expresó que mantiene su posición por la defensa de los “derechos legítimos” del pueblo palestino.

El conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamás se agudizó el 7 de octubre, cuando el territorio israelí sufrió múltiples ataques desde la Franja de Gaza, tanto por aire como por tierra. Hamás relacionó su agresión con el ingreso por la fuerza de miles de judíos ultratradicionalistas al complejo de la mezquita de Al-Aqsa en la Explanada de Jerusalén desde finales de septiembre, un comportamiento que fue tolerado por las autoridades israelíes a pesar de las reglas previamente establecidas. En respuesta a los ataques, Israel se declaró en guerra con los palestinos.  

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