2024 ha hecho al empresario Elon Musk más rico, poderoso e influyente que hace 12 meses en gran parte gracias a la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Si el dinero es una prueba de éxito, Musk ha cumplido con creces. Terminó 2023 como el segundo individuo más rico del planeta con una fortuna estimada por Forbes en 180,000 millones de dólares.
Y a mediados de diciembre de 2024 el controvertido empresario había más que duplicado esa cantidad para situarse en 437,500 millones de dólares, a la cabeza de la clasificación en tiempo real de milmillonarios de la publicación.
Musk controla ahora un imperio económico formado por seis empresas: Tesla, SpaceX, xAI, X, Neuralink y The Boring Company. En las cinco últimas es el accionista mayoritario y además puede hacer y deshacer a su gusto porque no cotizan en bolsa.
Tesla es la más valiosa. Su capitalización de mercado actual se sitúa en 1.34 billones de dólares y Musk controla algo más del 20% de sus accionariado.
Desde la victoria electoral de Trump el pasado 5 de noviembre, las acciones de Tesla han aumentado su valor un 69%. Los inversores calculan que la privilegiada relación que Musk tiene con el presidente electo beneficiará sus actividades empresariales.
SpaceX, dedicada al lanzamiento de cohetes y telecomunicaciones, también incrementó de forma sustancial su valor en 2024 hasta situarse en estos momentos en unos 350,000 millones de dólares.
La compañía se ha convertido en uno de los principales contratistas de la NASA y una pieza clave en los planes de Estados Unidos de establecer una presencia a largo plazo en el espacio.
El aumento de la importancia de sus empresas ha discurrido paralelo con su creciente poder geopolítico en 2024.
Musk ha hecho gala de ese poder al establecer líneas directas de comunicación con los líderes de Rusia (Vladímir Putin), China (Xi Jinping), Argentina (Javier Milei), Italia (Giorgia Meloni), Hungría (Viktor Orbán) o Ucrania (Volodímir Zelenski).
La guinda de su influencia y poderío en 2024 fue la victoria electoral de Trump, a quien respaldó durante la campaña presidencial con una contribución sin precedentes de más de 250 millones de dólares, así como con su red social X.
El líder republicano le ha recompensado al convertirle en uno de sus asesores más cercanos, a cargo de reinventar la administración pública estadounidense con su Departamento de Eficiencia Gubernamental, bautizado como DOGE por el magnate.
La influencia que tiene sobre Trump, y el puesto que ocupará en la Administración republicana, señala que la riqueza, poder e influencia de Musk seguirán al alza durante al menos los próximos cuatro años.