Las pequeñas y medianas empresas (pymes) latinoamericanas juegan un rol fundamental en la economía de su país, creando cerca del 67% de oportunidades laborales. Sin embargo, datos del Foro Económico Mundial reportan que las necesidades financieras de dichas empresas suelen ser pasadas por alto, ya que reciben únicamente el 12% de capital.

Según la investigación “Emprendedoras en situación de Missing Middle y sus opciones de financiamiento” realizada por el Tecnológico de Monterrey y Pro Mujer con el apoyo de Women Forward International, la brecha de financiamiento se ha convertido en un gran reto para los emprendimientos femeninos, ya que son considerados muy grandes para los créditos microfinancieros pero muy pequeños para obtener financiamientos por parte de la banca comercial y fondos de capital privado o capital de riesgo (private equity o venture capital). Estos capitales de riesgos suelen enfocarse en empresas más consolidadas.

“Quienes se encuentran dentro de esta brecha o missing middle suelen ser mujeres latinoamericanas, comúnmente llamadas emprendedoras si fueron las fundadoras, líderes de negocios, si poseen el 51% o más de las acciones. Mientras que una empresa liderada por mujeres es aquella que cuenta con al menos 30% de mujeres en puestos clave o en la junta directiva”, comentó Luz del Carmen Díaz, directora Nacional de la Licenciatura en Finanzas de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey en entrevista con El Economista.

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Dijo que el 70% de los pequeños negocios liderados por mujeres buscan algún tipo de financiamiento para poder expandirse y crecer.

“Hace 5 años, la mayoría de ellas se financiaba con sus propios recursos, con algunas cuentas bancarias e incluso con las tarjetas de crédito personales para comprar materias primas o alguna maquinaria y carecían de la oportunidad para tener rondas de inversión de capital privado o de capital semilla, empero, actualmente hay más apertura e inclusión en México para dar apoyo a estas mujeres”.

Díaz comentó que las encuestadas relataron que los bancos en México dan poco seguimiento a las pymes lideradas por mujeres, y consideraron que faltan servicios diseñados con perspectiva de género y no es fácil usar métodos como crowdfunding.

El proyecto concluye con las siguientes recomendaciones para atender la problemática del Missing Middle: la creación de más espacios relacionados con emprendimiento y que tengan perspectiva de género, consultoría, una mayor educación en finanzas y la atención de instituciones bancarias con el nicho en Latinoamérica.

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