Si te interesa comprar una casa, pagar la universidad de tus hijos o asegurarte una jubilación cómoda, necesitas saber crear riqueza para lograr todo eso.
Quienes tienen 20 0 30 años tienen una gran ventaja: el tiempo. Cuanto más tiempo pase su dinero invertido, mejor será el rendimiento.
Nunca olvides esto: si quieres crear riqueza, lo mejor es tener una mentalidad a largo plazo. La paciencia es crucial: ver los frutos de tus esfuerzos de creación de riqueza puede tomar años.
Ahora bien, ¿cuál es la mejor manera de hacer crecer la riqueza?
La realidad es que esa es una pregunta que no tiene una sola respuesta. La mejor opción que tienes para crear riqueza dependerá mucho de tus objetivos, tolerancia al riesgo y el tiempo que dediques a aprender a manejar tus finanzas personales.
Parecería cosa de sentido común, pero llevar un presupuesto, desarrollar el hábito del ahorro, pagar a tiempos tus deudas, elegir bien las deudas que contraes, construir un fondo de emergencia y gastar menos de lo que ganas son pilares de la creación de riqueza a largo plazo.
Invertir es la parte más glamorosa, y eso también es necesario, por supuesto, pero los pequeños hábitos diarios de gestión del dinero son igualmente importantes, pues constituyen la base.
Sin un plan de ahorro básico (y si tienes hábitos no tan saludables cuando se trata de dinero), va a ser un desafío que seas más rico de ahora en adelante. Así pues, toma en cuenta lo siguiente para empezar con el pie derecho:
Ten un enfoque disciplinado para ahorrar. Para muchos eso significa vivir dentro o incluso por debajo de sus posibilidades y ahorrar dinero extra cada mes. Esto proporciona un colchón importante si un trabajo se pierde o los ingresos disminuyen.
Evita sobrepasarte con tu estilo de vida. A medida que tus ingresos crecen, no permitas que tus gastos lo hagan también. Usa ese dinero extra para impulsar tus inversiones.
Aléjate de las deudas de altos intereses.
No dejes que tu dinero pierda valor a causa de la inflación. Mantén tu fondo de emergencia en una inversión de bajo riesgo, como los bonos del gobierno.
Asesórate con un profesional sobre tus impuestos a fin de minimizar tu carga fiscal.
Atiende desde ahora tu retiro: esperar hasta el final es lo pero que puedes hacer, entre más joven empieces a ver este tema, más cerca estarás de tener una edad de oro libre de estrés y dependencia económica.
Una vez que hayas dominado la mayoría de estos puntos, perfílate para hacer crecer lo que ya tendrás como base:
Define tus objetivos financieros
Una casa, un negocio, un coche…, ponle un nombre a tu meta financiera.
Cuantifica esos objetivos con propósitos claros y medibles, establece un cronograma realista con base en tus ingresos y gastos, prioriza los objetivos en función de su importancia y urgencia. Por ejemplo, es una buena práctica salir de deudas y tener un colchón de ahorro antes de pensar en empezar a invertir.
Revisa tus objetivos y progreso con regularidad, a medida que la vida avanza tus prioridades pueden cambiar. Renueva el plan y las acciones tantas veces como sea necesario.
Ahorra para ser más rico y cumplir esos objetivos
Si te estás preguntando cómo construir riqueza desde aquí, empieza asignando un porcentaje de tus ingresos a ahorros e inversiones (lo que antes se iba en deduas y gastos que pudiste recortar sin mayor repercusión en tu estilo y calidad de vida).
En general, abraza la frugalidad distinguiendo entre necesidades y deseos. Eso no es nada divertido a corto plazo, pero tu futuro yo te lo agradecerá.
Si estás en edad laboral sin importar tus años de trayectoria, adquiere nuevas habilidades para mejorar tu empleabilidad y potencial de ingresos.
Invierte para acrecentar tu riqueza
Al seguir ahorrando e invirtiendo podrás aprovechar el interés compuesto a lo largo del tiempo que es el proceso de ganar intereses y rendimientos de los intereses y los rendimientos que ya has ganado. Hacerlo puede transformar un modesto equilibrio inicial en una base sustancial para una riqueza duradera.