El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, admitió que está sobre la mesa un aumento de medio punto en la Tasa de Fondos Federales.

“En la reunión de marzo, muchos de los miembros (del Comité Federal del Mercado Abierto de la Fed) dijeron que vendrán uno o más aumentos de 50 puntos base. Si revisamos el último ciclo de alzas, de hace unos tres años, los incrementos fueron de un cuarto de punto, pero la inflación estaba cerca de 3 por ciento. Ahora la inflación está mucho más alta y desde mi perspectiva, pienso que debemos movernos más rápido. Y un movimiento o más de 50 puntos base está en la mesa”, explicó.

La inflación de marzo en Estados Unidos registró una variación de 8.5%, que es la más alta alcanzada en cuatro décadas.

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La última vez que la Fed subió las tasas de interés en medio punto porcentual fue en mayo del 2000, en plena crisis de la burbuja puntocom. Y el precedente más cercano en que el Comité subió las tasas medio punto o más durante varias ocasiones en el año, fue en 1994.

El 15 de marzo pasado el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por su sigla en inglés) instruyó el primer aumento de la tasa desde el 2018, en un movimiento de un cuarto de punto, que dejó el rango de la tasa de referencia entre 0.25 y 0.50 por ciento.

Tal como lo explicó el banquero central, en una sesión durante las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, las decisiones del Comité se toman en cada reunión considerando la información económica más actual.

En el BCE en posición acomodaticia

En el mismo panel participaron la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva y la ministra de economía de Indonesia, Sri Mulyani Indrawati, en su calidad de presidenta del G-20.

Lagarde dijo que ellos se mantendrán en una posición acomodaticia ante la alta incertidumbre que se mantiene por la guerra de Rusia sobre Ucrania.

“Nuestra política monetaria dependerá de los datos recibidos y de la evolución de las perspectivas. En las condiciones actuales de alta incertidumbre, mantendremos abierta la puerta para movimientos graduales en las decisiones que nos garantizan flexibilidad para responder apropiadamente a las circunstancias conforme se presenten”.

Tal como lo hizo en su oportunidad Powell, la banquera central dijo que el BCE tomará todas las herramientas a su alcance para cumplir con su mandato de estabilidad de precios en un ambiente que garantice estabilidad financiera.

“La injusta guerra sobre Ucrania está generando riesgos regionales (en Europa) que pueden afectar a los mercados financieros de la zona euro. De ahí la importancia de tomar las decisiones paso a paso, de forma gradual”, asentó.

Emergentes alerta

La ministra de finanzas de Indonesia Sri Mulyani Indrawati, en su calidad de presidenta del G-20, comentó que las economías emergentes tienen claro que las decisiones que tomarán Estados Unidos y China serán determinantes para las condiciones financieras globales.

Mientras estén bien comunicadas las decisiones de la Fed y de China, los bancos centrales de las economías emergentes contaremos con el tiempo suficiente para tratar de ordenar el impacto de los ajustes, refirió.

Muchos bancos centrales emergentes comenzaron a orientar sus posiciones por adelantado, tienen cuentas externas en posiciones manejables y están menos expuestas a las decisiones de la Fed, afirmó.

FMI pide responder apropiadamente

En su oportunidad en la discusión, la directora gerente del FMI destacó que pese a la situación de incertidumbre por la guerra, son pocas las economías que están en riesgo de caer en una nueva recesión. Rusia y Ucrania, claramente están en ese territorio.

Los mercados emergentes se mantendrán aún 6% debajo de los niveles de crecimiento económico prepandemia por el impacto que tiene desde ahora la situación bélica sobre la inflación, aseveró.

La incertidumbre por la guerra borró dos años de avance que lograron las economías mundiales tras la pandemia y mi mayor preocupación, reconoció Georgieva, es que los prospectos para la recuperación pueden ser peores por la inflación alimentaria y las autoridades tienen menos espacio fiscal para apoyarles.

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