Los impagos de Pemex a sus proveedores han sido un factor clave que ha golpeado su producción de hidrocarburos en meses recientes, dijeron dos fuentes, obligando a la estatal a reiterar esta semana, a pocos días de los comicios presidenciales, que honrará sus enormes compromisos de deuda.
Aunque la endeudada empresa aún no ha publicado sus cifras de abril, datos del regulador petrolero mostraron esta semana que la producción de crudo y condensados bajó 6% a tasa anual en abril a 1.75 millones de barriles por día (bpd), siendo la de crudo de 1.47 millones de bpd, la menor en 45 años.
Una de las fuentes dijo que una de las causas que más pegó al bombeo de abril y meses previos fue un menor ritmo de actividad provocado por la falta de pagos a proveedores y contratistas, a lo que se sumó un accidente en una plataforma marina ocurrida el mismo mes, del que Pemex nunca dio detalles. Reuters reportó una merma inicial de 20,000 bpd.
En su más reciente reporte sobre estas deudas a abril, Pemex cifró compromisos pendientes por el equivalente a 8,820 millones de dólares sin incluir montos en litigio, impuestos, así como trabajos que están en proceso conciliatorio con acreedores.
Y en los estados de resultados del primer trimestre, ubicó esta deuda en el equivalente a casi 21,900 millones de dólares. Dijo que había pagado 6,000 millones de dólares en ese lapso.
“Las empresas (de servicios y proveedores) le bajaron el ritmo por falta de pagos en enero-abril”, dijo una fuente al hablar bajo condición de anonimato por no estar autorizada a declarar sobre el tema.
“El atraso había sido fuerte y muchas compañías habían literalmente parado, otras trabajando a medias”, añadió sin dar detalles sobre los casos más álgidos.
Otra fuente que coincidió con la versión agregó que se espera que los pagos que están programados y en curso permitan el regreso de las operaciones de las empresas con sus equipos a trabajar en el campo y que mejore la producción hacia adelante, lo que aseguró está sucediendo en mayo. Pero no dio detalles.
Pemex no respondió a una solicitud de comentarios.
Apuran pagos
Al admitir una baja de producción en el primer trimestre de 2024 en su reporte financiero, Pemex lo atribuyó en abril a la declinación de los campos Zaap, Xanab, Ayatsil, Ku y Quesqui.
Y en una llamada con analistas sobre sus resultados, dijo a fines de abril que buscaban atenuar la baja “con el reforzamiento del mantenimiento a la producción base y a los pozos de la estrategia de campos nuevos”.
Hace unos meses, agrupaciones de empresas de servicios petroleros y de productores privados de hidrocarburos lanzaron una inusual alerta sobre la situación crítica a la que estaban llegando por la falta de pago por parte de Pemex aduciendo que ello podría amenazar la producción de hidrocarburos de la gigante estatal.
En febrero Reuters reportó que Pemex había reanudado pagos y que favoreció a grandes empresas de servicios en detrimento de otras, como operadores que le venden su producción de crudo y gas.
De inmediato no fue posible tener comentarios de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac) ni de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), en las que hay firmas afectadas por las deudas.
Pemex emitió un comunicado el miércoles por la noche “refrendando el pago con proveedores” y afirmando que abona entre 39,000 y 70,000 millones de pesos mensuales desde inicios del año.
El jueves emitió otro comunicado anunciando que en mayo planea pagar 70,000 millones de pesos. Los anuncios de Pemex se dan a escasos días de los comicios generales del 2 de junio.
El director general de la petrolera, Octavio Romero, dijo, según el comunicado, que se procurará mantener niveles de pagos importantes en junio, julio y agosto “con el fin de regularizar la situación antes de que termine la actual administración”.
El próximo gobierno, que asumirá el 1 de octubre y que según encuestas podría ser encabezado por la oficialista Claudia Sheinbaum, recibirá un Pemex con una deuda financiera de 101,500 millones de dólares y resolver cómo apoyará a la petrolera estatal, que ha recibido de la actual administración “apoyos” por unos 90,000 millones de dólares.