La reforma al Poder Judicial aprobada por el Congreso podría llevar a un retroceso de 50 años en el entorno de negocios en México, según una nota de Bloomberg publicada ayer miércoles.

“Según los críticos, la reforma podría hacer retroceder en 50 años el clima de negocios, cuando la política del país estaba dominada por el gobierno de un solo partido, el PRI. En aquel entonces, el poder estaba consolidado en torno al Ejecutivo y el partido no rehuyó a la hora de reprimir a la oposición”, indicó.

“El gobierno nacionalizó los bancos mexicanos en 1982. En ese momento, el petróleo y las telecomunicaciones ya eran algunas de las industrias que estaban mayoritariamente en manos del Estado”, agregó.

La agencia aseveró que la reforma judicial genera inquietud entre inversionistas por la falta de tribunales independientes a los que puedan acudir en caso de desacuerdos.

“Durante los últimos seis años, los inversionistas sabían que tenían al menos un lugar al qué apelar cuando no estaban de acuerdo con Andrés Manuel López Obrador: los tribunales de México”, expuso.

“Recurrieron a la Suprema Corte cuando el gobierno amenazó con encarcelar a cualquiera acusado de fraude fiscal incluso antes de que se escucharan sus casos. Y nuevamente, cuando AMLO, como se le conoce al presidente, quiso aprobar una ley nacionalista de electricidad”, añadió.

Señaló que el peso era una de las divisas con mejor desempeño a nivel mundial, pero se hundió cuando quedó claro que el presidente impulsaría la iniciativa para elegir a jueces, magistrados y a los ministros de la Suprema Corte por voto popular: “Ahora está más de un 14% más débil desde principios de año”.

“Hemos dado pasos muy importantes en la formación de nuestra democracia, en la separación de poderes y en que no haya un solo partido político con tanto poder”, declaró a Bloomberg el director de la 

“Estamos regresando a un régimen en el que todo el poder está centralizado en el presidente; es como en los años 70”, agregó.

Bloomberg puntualizó que aunque empresas pequeñas podrían no verse tan afectadas por la reforma judicial, firmas más grandes podrían buscar invertir en otros países si tienen la opción de llevar su dinero a otro lugar.

Recordó que en agosto, Global Companies in Mexico, un grupo que incluye a Nestlé, AT&T y MetLife, entre otros, dijo que la reforma judicial podría desincentivar la inversión, y que instó al gobierno a modificarla para garantizar la independencia judicial y cumplir con las regulaciones del comercio internacional.

La reforma judicial de AMLO detendrá la inversión extranjera porque las empresas internacionales evitan países con un débil Estado de derecho, comentó Medina Mora.

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, José Domingo Figueroa, dijo a Bloomberg que politizar los nombramientos judiciales “abriría la puerta a que los jueces enfrenten presiones externas que podrían comprometer su independencia e imparcialidad”.

Bloomberg expresó que una solución alternativa para inversores extranjeros, según un informe del grupo financiero Base, es exigir que las disputas se resuelvan bajo la jurisdicción estadounidense, pero acotó que es demasiado pronto para saber si eso será suficiente.

Apuntó que la próxima presidenta Claudia Sheinbaum ha desestimado las críticas contra la reforma judicial al decir que “los inversionistas nacionales y extranjeros deben saber que sus inversiones estarán bien protegidas en México y que esta reforma al Poder Judicial fortalece la democracia y la justicia”.

Tras su aprobación en el Congreso de la Unión, ahora basta con que 17 congresos locales aprueben la reforma judicial para luego ser publicada en el Diario Oficial de la Federación.

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